juego patológico
Ciencias de la Salud

Claves del juego patológico y posibles tratamientos

Con frecuencia, consideramos que apostar dinero a una carrera de caballos o jugar a las tragaperras son actividades lúdicas e inocuas. Sin embargo, lo que empieza como una actividad ocasional y de ocio puede convertirse, en casos concretos, en un juego patológico. Esto es, una adicción que altera la estabilidad personal y familiar de las personas.

Según el Informe sobre Trastornos Comportamentales de 2023, publicado por el Ministerio de Sanidad, el juego problemático o trastorno del juego aumenta sensiblemente entre las personas que lo hacen por Internet. De hecho, atendiendo a sus datos, un 0,7 % de la población española de entre 15 y 64 años presenta rasgos adictivos en relación con el juego de forma presencial. Sin embargo, los que lo hacen en la red, presentan rasgos de ludopatía en un 13,6 %.

El juego patológico: hablan las cifras

Los juegos más solicitados en Internet son las apuestas deportivas. No obstante, debes tener en consideración que las personas con problemas de adicción prefieren jugar a una variedad mayor que el resto de la población. Respecto a los juegos presenciales, las personas comprendidas entre los 15 y 64 años prefieren jugar exclusivamente a la lotería. Las que tienen alteraciones de su comportamiento añaden, además, las quinielas, las tragaperras, el bingo y las apuestas deportivas.

Los indicios de juego problemático alcanzan los siguientes porcentajes dependiendo de cada tipo de estas actividades:

  • Un 58,9 % prefiere las apuestas deportivas.
  • Un 13,5 % elige las loterías del Estado.
  • Un 22,8 % selecciona los juegos de cartas con dinero.
  • El 13,1 % apuesta a las quinielas.

Asimismo, las personas con rasgos de juego patológico se clasifican según las cuantías que apuestan:

  • El 9,5 % de los que juegan entre 1 y 6 euros desarrollan el trastorno.
  • El grupo que apuesta entre 6 y 30 euros es el más preocupante. Un 31,9 % podría tener una alteración del comportamiento.
  • El 19,8 % de quienes apuestan entre 31 y 60 euros presentarían síntomas de trastorno.
  • El 19,3 % de los que invierten entre 61 y 300 euros entrarían en el grupo de posibles ludópatas.
  • Los que apuestan más de 300 euros se exponen, en un 19,5 % de los casos, a desarrollar un trastorno del comportamiento relacionado con el juego.

Ante esta situación, es imprescindible realizar un análisis detallado y, sobre todo, ofrecer las claves necesarias para identificar el trastorno del comportamiento lo antes posible. De este modo, será posible encontrar un tratamiento más adecuado para cada caso.

¿Qué es el juego patológico?

Se entiende por juego patológico o ludopatía la situación que deriva de un trastorno adictivo que se caracteriza por una conducta problemática en lo relativo al juego. La vida social, laboral y personal de la persona se ven alteradas. Al hablar de juego nos referimos siempre a la actividad en la que hay que apostar dinero e interviene la suerte en mayor o menor medida.

Si te introduces en la mente del ludópata, él siempre piensa en jugar. Y, al igual que cualquier adicto a otra sustancia, necesita apostar cada vez más dinero para saciar su necesidad de ganar. Por otro lado, existen relaciones entre el consumo de ciertas sustancias adictivas y la ludopatía. Así, si permanecemos en la franja de edad comprendida de los 15 a los 64 años, los datos del Ministerio de Sanidad revelan las siguientes conclusiones:

  • Un 19 % de quienes se emborrachan podrían desarrollar ludopatía.
  • Un 40, 2 % de los que practican el binge drinking tienen mayores probabilidades de caer en el juego compulsivo.
  • Un 54, 6 % de los que fuman a diario sería más proclives a la ludopatía.
  • Un 22,6 % de los que se exceden con el alcohol también acompañarían su adicción con las apuestas y el juego sin control.

Finalmente, las cifras que cierran el estudio no dejan de ser preocupantes. Un 20,5 % de las personas de esta franja de edad apostó de forma presencial y un 23, 5 % lo hizo por Internet. Hablamos de millones de personas que tienen indicios de desarrollar una alteración. Esta puede manifestarse de forma externa o interna, según el síntoma del que se trate.

Síntomas del juego patológico

Es normal que los síntomas del juego patológico o de la ludopatía pasen desapercibidos al principio del trastorno. Algo que se complica aún más porque el paciente siempre va a intentar ocultar y negar que tiene un problema. Sin embargo, puedes prestar atención a las siguientes señales:

  • Una preocupación continua en todo lo relativo al juego. La persona siempre recuerda partidas anteriores o piensa sobre la siguiente sesión. Es frecuente que experimente ansiedad si encuentra algún obstáculo que le impide cumplir con lo planificado.
  • El fracaso a la hora de intentar corregir su conducta. Lo notarás si intentas que apueste cantidades menores de dinero o reduzca la frecuencia de las sesiones de juego.
  • La necesidad de apostar cantidades mayores dinero para conseguir sensaciones y experiencias de mayor intensidad.
  • La adicción surge o se intensifica cuando la persona se siente culpable, deprimida o ansiosa.
  • La pérdida progresiva de las relaciones personales y la falta de rendimiento en el trabajo o en los estudios.
  • Una intención deliberada de minimizar y ocultar la dimensión del problema.
  • Se han llevado a cabo intentos de dejar el juego, pero sin éxito.
  • Ha puesto en peligro su situación laboral y sentimental al preferir el juego a su estabilidad.
  • La solicitud de préstamos a otras personas para paliar los efectos del juego en la economía personal.

¿En qué consiste el tratamiento del juego patológico o ludopatía?

Si bien los síntomas anteriores suelen ser definitivos, es importante ponerse en manos de un especialista en salud mental y psicología general sanitaria para tratarlo. El protocolo habitual consta de las siguientes partes.

Datos previos para personalizar el grado de ludopatía

Se diferencian tres partes:

  • Entrevistas al paciente sobre sus costumbres a la hora de jugar, así como a amistades o familiares.
  • Repasar el historial médico. Ten en cuenta que existen medicamentos cuyos efectos secundarios generan un comportamiento compulsivo. También es común realizar una prueba física que localice problemas de salud que puedan asociarse al juego compulsivo.
  • Comprobar el estado de salud mental. Se lleva a cabo una entrevista personal especializada para conocer los síntomas, las ideas y el patrón de comportamiento que genera la adicción. En casos específicos, la ludopatía tiene su raíz en un problema de salud mental.

El tratamiento de la ludopatía

El tratamiento se puede dividir en pacientes ambulatorios, internados o ser de tipo residencial, esto es, de ingreso en un centro. Todo dependerá de la gravedad del caso y de las posibilidades económicas del paciente. También debes contemplar que opciones como las consultas telemáticas son de gran ayuda para alcanzar el objetivo deseado.

La cuestión es que, tras conocer el estado real del paciente, es imprescindible que este reconozca su problema. A partir de ahí, el facultativo se encargará de ofrecer distintas alternativas adecuadas según las necesidades. Ejemplos de ellas son las siguientes:

  • La terapia cognitivo-conductual. Es el tratamiento más recomendable en el caso de los adolescentes. Consiste en exponer a la persona ante su comportamiento para que aprenda a reducir el impulso de jugar. Esta terapia contribuye a identificar las creencias más pesimistas para convertirlas en optimistas. Es muy aconsejable completar esta opción con terapia familiar para conseguir mejores resultados.
  • La medicación. Teniendo en cuenta que, detrás de estos comportamientos, es posible que encontremos alteraciones, como la ansiedad, la depresión y el trastorno bipolar, es frecuente que se receten antidepresivos. También suelen prescribirse antagonistas de narcóticos porque dan buenos resultados. Ambos medicamentos tienen como efecto principal la reducción de las compulsiones. Sin embargo, esto no significa que esa persona no vuelva a jugar, especialmente, al inicio del tratamiento. En estos casos, es fundamental que cuente con el apoyo del especialista para que le indique qué debe hacer y ajustar la dosis para conseguir el resultado más adecuado.
  • Los grupos de autoayuda. Dialogar con personas que han tenido el mismo problema y que lo han superado ofrece resultados positivos. Cada vez son más frecuentes asociaciones de este tipo en cualquier ciudad, por lo que localizarlas y conocer cuándo se celebran las reuniones es una opción importante para alcanzar la meta deseada.

En definitiva, la estadística resulta alarmante teniendo en cuenta que más de 10 millones de personas en España podrían terminar desarrollando ludopatía. El aumento progresivo de la cantidad que se apuesta y la variedad de alternativas existentes han provocado que se mezclen elementos contraproducentes para evitar el juego compulsivo. Al mismo tiempo, la publicidad de las casas de apuestas e, incluso, la de Loterías del Estado no ayudan, precisamente, a frenar el avance del trastorno.

Al mismo tiempo, el reconocimiento de los síntomas por parte del paciente y de su entorno más cercano, así como la elección de un tratamiento eficaz, son factores imprescindibles para combatir el juego patológico. Solo así es posible dejar de pensar que apostar es un pasatiempo más sin ser conscientes de los peligros que puede provocar el hacerlo sin control. Además, es imprescindible considerar las consecuencias tan funestas para la estabilidad mental, económica y emocional del paciente.