Demencia mixta, causas, síntomas y tratamiento
La demencia mixta cada vez presenta un mayor número de casos en España. De hecho, un alto porcentaje de los 800 000 pacientes de alzhéimer en nuestro país puede padecerla sin diagnóstico. Comentamos en qué consiste y cómo se desarrolla un tipo de demencia que ha de tratarse lo antes posible.
¿Qué es la demencia mixta?
Se denomina así a la mezcla de la enfermedad de Alzheimer con la demencia vascular. En ocasiones, también hay casos en los que el paciente tiene demencia con cuerpos de Lewy. En el cerebro de quienes la padecen hay un aumento de las proteínas que provocan el alzhéimer. Al mismo tiempo, el daño en los vasos sanguíneos provocado por microinfartos o ictus genera los síntomas más característicos.
Hay factores que inciden en la aparición de los ictus o de los ataques isquémicos. Nos referimos a situaciones como:
- Una vida inactiva o demasiado sedentaria.
- Una dieta con demasiadas grasas saturadas.
- Un nivel de estrés demasiado alto como consecuencia de la situación laboral o familiar.
- Alteraciones del patrón del sueño. O se duerme demasiado o muy poco.
- Hipercolesterolemia.
- Padecer hipertensión.
- Fumar.
- Ser diabético.
- Tener antecedentes de alguna enfermedad cardíaca.
- Ser obeso.
- Padecer ateroesclerosis.
- Ser hombre.
- La edad.
- Una exposición elevada a la anestesia general.
Las causas de la demencia mixta
El análisis de la demencia mixta y sus causas dependerá de cada caso particular. Sin embargo, es posible confirmar su origen en un infarto cerebral. Esta circunstancia provoca la muerte de neuronas y la aparición de esta dolencia neurodegenerativa. La evolución dependerá del nivel de alzhéimer que se padezca y del daño cerebral provocado por los accidentes vasculares.
Síntomas de la demencia mixta
Dependerán de cada persona y del grado de deterioro cerebral. Los enfermos suelen experimentar los siguientes síntomas:
- Un deterioro progresivo de la memoria que comienza con el olvido de algún evento. Sin embargo, esta facultad no se pierde en tan gran medida como sucede en los enfermos de alzhéimer.
- Alteraciones en la orientación. Es frecuente no saber qué día de la semana es o cuál es la ubicación exacta en la que se está.
- Problemas en la marcha. Los eventos vasculares alteran el movimiento. También puede que aumenten la rigidez y la lentitud de movimientos típicos de la enfermedad de los cuerpos de Lewy.
- El lenguaje se ve alterado y provoca que la persona no pueda llamar a los objetos por su nombre.
- Un deterioro acelerado de la cognición con otros periodos de estancamiento.
En ocasiones, los síntomas de la demencia mixta no pueden distinguirse de los de la enfermedad de Alzheimer, por lo que hay que obtener un diagnóstico más completo.
¿Qué tipo de pruebas diagnósticas deben realizarse?
Es importante tener en cuenta que no se busca una única dolencia, sino dos. Por lo tanto, es aconsejable llevar a cabo las siguientes pruebas:
- Un TAC (tomografía axial computarizada) y una resonancia magnética.
- Una HIS o escala de síntomas isquémicos de Hachinksi.
- Un DSM o manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales.
- Todo tipo de pruebas neuropsicológicas que faciliten la evaluación del paciente.
Debemos subrayar que son dos los tipos de demencia, por lo que habría que especificar cuál es la predominante. Solo estipulando el nivel de daño cerebral y cómo repercute en la función cognitiva es posible diagnosticar en consecuencia. Una investigación confirma la importancia del diagnóstico en atención primaria antes de la derivación del paciente al neurólogo.
Fases de la demencia mixta
Las distintas fases de la demencia mixta son las mismas que las de otro tipo de demencia. Es el propio diagnóstico el que habrá de concretar qué tipo de afección incide en el paciente. Así, la demencia mixta y sus etapas se dividen de la siguiente forma.
Fases 1 a 3
Entre 8 y 10 personas que sufran esta fase terminarán siendo pacientes de alzhéimer. Los síntomas más frecuentes son:
- Olvidarse de acudir a eventos o citas concertadas.
- Perder la memoria y no encontrar objetos como las llaves o el mando a distancia del televisor.
- Disminuir el rendimiento laboral de forma progresiva.
- No encontrar las palabras adecuadas para hablar. Se usan los pronombres demostrativos o se señala directamente.
- La repetición de las mismas palabras para expresar un concepto.
- No poder concentrarse u organizar el día a día de forma racional.
- Ser incapaz de resolver un problema común.
- No tener las facultades más adecuadas para conducir.
Fase 4
El diagnóstico de la demencia llega, precisamente, durante esta fase de deterioro cognitivo moderado. Los síntomas son cada vez más claros. El paciente tiene problemas para comunicarse, resolver situaciones cotidianas u orientarse cuando viaja. Otros síntomas que deben valorarse son:
- El aislamiento.
- Un mal humor continuado.
- La falta de respuesta.
- La ausencia de agudeza intelectual.
- Serios problemas para afrontar la rutina diaria.
- El olvido de situaciones que ha vivido, por más recientes que sean.
- La negación total de los síntomas anteriores.
Fase 5
Lo más frecuente es que la persona no pueda realizar las actividades diarias sin ayuda. Si bien podría recordar sus datos personales, hay información que empieza a desconocer. Aumentan la confusión, el olvido y la desorientación. La capacidad para resolver problemas se ve seriamente reducida.
Fase 6
Es el cuidador quien tiene que realizar todas las actividades básicas. Los síntomas más frecuentes son:
- Insomnio.
- Incontinencia generalizada.
- Delirios y paranoia con cambios de personalidad.
- Un estado de ansiedad constante.
- Pérdida de memoria.
- Incapacidad para conocer quién le cuida y quiénes son sus seres queridos.
Fase 7
Es la última etapa. El deterioro cognitivo es severo. Se pierde la capacidad para hablar o moverse sin ayuda.
El tratamiento del deterioro cognitivo mixto
Quien sufre un deterioro cognitivo mixto sufre las consecuencias y los síntomas del alzhéimer y de la demencia vascular. Por lo tanto, el enfoque del tratamiento está destinado tanto a paliar los síntomas como a evitar otro accidente vascular que empeore la situación. Así, las propuestas para el tratamiento son:
- El control continuado del nivel del colesterol y de la tensión. Los análisis periódicos y la toma de la tensión son herramientas de gran ayuda para comprobar la salud vascular.
- La apuesta por una dieta variada y saludable. Se deben reducir las grasas saturadas y el alcohol.
- La actividad física dentro de las posibilidades del paciente. Caminar cada día una hora o moverse durante la jornada son dos alternativas eficaces.
- En caso de alteraciones en el estado de ánimo, se pueden recetar antidepresivos. Habría que delimitar qué tipo de depresión se tiene y cuál sería el tratamiento más adecuado.
- La modificación del patrón de sueño incluye el empleo de hipnóticos. Curiosamente, su uso constante acelera el deterioro cognitivo, por lo que habría que valorar esta circunstancia.
Memantina e inhibidores de acetilcolinesterasa
Zekry y Gold aseguran en su estudio de 2010 que ambas opciones han demostrado la mejora de la función cognitiva en pacientes con demencia vascular en sus tres primeras fases. Sin embargo, no se observaron cambios en la conducta. Algunos investigadores confirman que la demencia mixta mejora con las siguientes opciones:
- Dentro del grupo de inhibidores de la acetilcolinesterasa destaca la galamantina. Los estudios confirman que un 74 % de los enfermos se mantuvo estable.
- La rivastigmina también contribuyó a mejorar la calidad de vida de los pacientes con demencia mixta, pero solo si estos tenían más de 75 años.
- El donepecilo parece mejorar la función cognitiva y el afrontar la rutina de forma más eficaz.
- La memantina estimula la cognición, mejora la conducta y la adaptabilidad a cada situación. Está por demostrarse si realmente funciona para los pacientes con demencia mixta.
De las dosis y de la combinación de estos medicamentos ha de encargarse el especialista. Subrayamos que cada caso es distinto y que las necesidades de cada paciente varían. Solo un diagnóstico acertado y el control periódico ayudan a conseguir el objetivo de garantizar la calidad de vida del paciente.
¿Se puede prevenir la demencia mixta?
Entre los expertos hay división de opiniones. Una dieta sana y la práctica deportiva ayudan a evitar los accidentes vasculares, pero no son una garantía de que no se vaya a sufrir demencia vascular. Es decir, los antecedentes familiares y otros factores pueden incidir directamente en el paciente.
Respecto al alzhéimer, se conocen sus causas, pero no resulta nada fácil establecer un patrón que permita evitarlo. No obstante, como se ha indicado con anterioridad, sí consideramos que el diagnóstico precoz contribuye a comenzar antes con el tratamiento. Es altamente recomendable que el médico de atención primaria conecte todos los síntomas que observe y que no los analice por separado.
Solo así conseguirá una visión de conjunto que le permitirá ordenar las pruebas diagnósticas mencionadas y proponer un tratamiento. El problema reside en que los síntomas de las tres primeras fases se suelen achacar a un mal momento personal o a una etapa de estrés.
Sin embargo, hay que delimitar muy bien qué provoca cada situación y cómo afrontarla con mayor éxito. Son el paciente y quienes le rodean los que deben buscar ayuda para detectar a tiempo la demencia mixta y comenzar a seguir las pautas que marque el neurólogo.