Educar en la responsabilidad
La sociedad en la que vivimos actualmente, es decir, la sociedad de la información y el conocimiento, pone al alcance de las personas recursos que les permiten extender sus habilidades. Sin necesidad de saber programar, un usuario puede crear una página web muy impactante, preparar una atractiva presentación con fotografías para compartir con los amigos o exponer sus reflexiones sobre cualquier tema. La información y el poder de la información está distribuido.
Las ventajas de la sociedad de la información y el conocimiento se han hecho evidentes en los últimos años pero ¿y las desventajas? Por ejemplo, compartir la información es fácil pero también poner la responsabilidad de esta información en otras personas. En estas circunstancias la responsabilidad queda diluida o distribuida entre varias personas.
Aunque la sociedad actual lleve a esta distribución de la responsabilidad, que un niño o una niña sepan que pueden ser causantes de dolor o de amparo es importante. El ser capaz de atribuir que las propias acciones son contingentes a consecuencias llevará a los niños a medir las consecuencias de sus actos; les llevará a la responsabilidad.
Educar en la responsabilidad a los niños y a las niñas es un reto de los maestros y los padres. Los adultos conviene que seamos cuidados en el momento atribuir que los eventos ocurren como resultado del azar, el destino, la suerte o el poder y decisiones de otros. Si propones este tipo de afirmaciones entonces damos a entender que la percepción de que los eventos no tienen relación con el propio desempeño, es decir que los eventos no pueden ser controlados por esfuerzo y dedicación propios. Los niños acabaran atribuyendo los méritos y las responsabilidades principalmente a otras personas. Acabaran mostrando lo que los psicólogos llaman locus de control externo.
En cambio, potenciar en los niños la atribución que algunos eventos ocurren principalmente como efecto de sus propias acciones, es decir, una percepción de control sobre los actos su vida promueve la valoración del esfuerzo, la habilidad y responsabilidad personal. En los eventos en que haya una correlación real entre un comportamiento y un acontecimiento: la atribución despierta en la persona las posibilidades para influir en el curso de los acontecimientos y de actuar ante las situaciones complejas de la vida.
Dra. Eulàlia Torras.
Ciencias de la educación.