Cómo estudiar para un examen: consejos para los estudiantes adultos
En la actualidad, se tienen bastante asumido y demostrado por la evidencia que estudiar no es solo cosas de niños y jóvenes. Cualquier edad es buena para mejorar la formación y, a medida que una persona va cumpliendo años, más cerca se encuentra de su plenitud intelectual y máximo nivel de creatividad. Cuando un adulto decide retomar la formación reglada tendrá que enfrentarse al reto de los exámenes. Una trago que para algunos adultos puede tener un plus de dificultad por haber perdido el hábito de memorizar y por la escasez de tiempo por sus obligaciones adicionales al estudio, como el trabajo y/o la familia.
Técnicas para superar con éxito los examenes
Trabajar sobre los propios apuntes con subrayados, mapas conceptuales y otras técnicas
Con una simple búsqueda en Google o recurriendo a páginas web especializadas podemos encontrar resúmenes y esquemas de todo tipo de materias de cualquier nivel. Es una opción sencilla y rápida, pero no debemos caer en la tentación de abusar de este tipo de información, puesto que las actividades de síntesis pierden muchísima eficacia cuando no son realizadas por uno mismo. Por lo tanto, lo ideal es:
- Estudiar y trabajar sobre los propios apuntes.
- Una buen método de aproximación a las materias de los exámenes es hacer una primera lectura comprensiva de los textos y luego subrayar los más importante.
- Hacer resúmenes, es decir, sintetizar lo más destacable con nuestras propias palabras para así recordarlo más fácilmente.
- La clave está en resumir el contenido al máximo pero sin dejar fuera ningún dato clave o importante.
Crear mapas mentales
Los esquemas visuales, tipo mapas mentales o mapas conceptuales son muy eficaces a la hora de resumir contenidos, organizar nuestras propias ideas y repasarlas de un vistazo siempre que queramos.
Utilizar fichas de estudio
Las fichas de estudio son muy útiles para asimilar datos concretos, fechas, números o vocabulario. Por lo tanto, son especialmente indicadas para materias como Historia, Química o Geografía. Las fichas de estudio convierten la memorización en un proceso más divertido y son muy efectivas a la hora de repasar. Se pueden hacer con el método clásico de escritura sobre pequeños rectángulos de papel o cartón o con algún software.
Realizar ejercicios o casos prácticos
En ocasiones es difícil asimilar la teoría de algunas materias de estudio. Sin embargo, realizar ejercicios y casos prácticos puede ayudarnos a visualizar los conceptos teóricos o abstractos y a que asimilemos los conocimientos de manera más sencilla y les veamos una utilidad práctica en nuestro día a día, una cuestión especialmente apreciada por los estudiantes adultos. Esta técnica es muy útil en asignaturas como Matemáticas, Física o Derecho.
Brainstorming
El brainstorming consiste en una reunión de un grupo de personas que realiza una lluvia de ideas sobre un determinado tema. Aunque se relaciona más con el mundo laboral, el brainstorming puede ser especialmente útil a la hora de realizar trabajos en grupo, para así considerar diferentes ideas y perspectivas y también en los exámenes, de cara a resolver dudas y llegar al fondo de la materia.
Reglas Mnemotécnicas
Algunos adultos se quejan de que ya no tienen la memoria de cuando eran más jóvenes. Una posible solución para esta dificultad puede ser las reglas mnemotécnicas, epecialmente útiles a la hora de memorizar listas y conjuntos. Las reglas nmemotécnicas funcionan básicamente asociando conceptos, palabras o frases que tenemos que memorizar con otros que son más familiares para nosotros.
Planificación y organizar el Estudio
Una de las técnicas de estudio más efectivas pero que a menudo pasamos por alto consiste, simplemente, en optimizar nuestro tiempo a través de un organización racional del estudio. Básicamente se trata de elaborar un calendario individual con criterios pragmáticos y realistas, en el cual se detalle el tiempo que podemos dedicar al estudio y qué vamos a trabajar en cada momento.