El visual thinking y las infinitas posibilidades del pensamiento visual
Como suele pasar con algunos anglicismos, cuando mencionamos el concepto visual thinking podemos pensar que se trata de un asunto complejo. En este caso, solo hay que tirar de traductor para saber qué son estas palabras: pensamiento visual. Unas aparentemente simples palabras sí, pero que dan nombre a una herramienta útil o a una metodología basada en sencillos dibujos para explicar complejos conceptos.
Es una disciplina aplicada en numerosos ámbitos debido al éxito de sus resultados. Un ejemplo es el uso de esta herramienta en el marco del Máster en Psicopedagogía o el Máster en Necesidades Especiales, entre otros. Una metodología, por lo tanto, útil en el contexto de la aplicación de la innovación en diferentes procesos de aprendizaje y de enseñanza. Es una manera efectiva de conectar ideas para llegar a un entendimiento. Una premisa sencilla, pero tremendamente útil en casos muy concretos.
Qué es y para qué sirve el visual thinking
Aunque ya hemos adelantado de lo que se trata, vamos a precisar. Para ello es interesante saber que nuestro cerebro está ideado o diseñado, en su mayor parte, para procesar o entender conceptos a través de imágenes. Aprovechando esta circunstancia, el pensamiento visual es perfecto como herramienta para conectar ideas, pero también para el entendimiento y retención de conceptos.
No obstante, no hay que confundirse, el visual thinking no está pensado para ejercitar el cerebro o la mente. Está ideado para que el sujeto sea capaz de conectar los dos hemisferios del cerebro y obtener de él todo su potencial. Las imágenes y su entendimiento ayudan, por lo tanto, a usar equilibradamente el potencial cerebral y de ahí ese entendimiento óptimo. Para hacer que esto suceda, esta modalidad usa lo que se conoce como visual thinking plantillas. Estas plantillas son útiles en determinados ámbitos, como puede ser el educativo. ¿Por qué? Por los beneficios que suponen:
- Son una alternativa atractiva a otros métodos de enseñanza.
- Captan la atención del grupo.
- Motivan a los estudiantes al ser un recurso del todo diferente a lo habitual en las aulas.
- Ayudan a organizar pensamientos.
- Permiten identificar problemas y generar soluciones.
- Aumentan el aprendizaje con un menor esfuerzo.
- Potencian la memorización.
- Permiten ver la información desde una perspectiva global.
Como hacer un visual thinking
Hoy en día, para hacer visual thinking en una clase o en una consulta, no se requiere más que ciertas aplicaciones tecnológicas. Eso y los conocimientos necesarios acerca de cómo hacerlo para conseguir los objetivos. Para ello, en el marco de nuestros másteres, enseñamos cómo implementar adecuadamente esta técnica. Eso sí, hay que tener en cuenta ciertos aspectos:
- Es necesario tener bien definida la idea que se quiere transmitir. Esta claridad es indispensable para que el alumno capte la idea de una manera rápida y efectiva.
- Los dibujos tienen que contar con una serie de aspectos innegociables: claros y organizados. No importa si se van a usar figuras geométricas o emoticonos. Los dibujos tienen que contar con estas dos características.
- Las conexiones entre las ideas y los dibujos tienen que ser lógicas y secuenciales.
- Los pensamientos visuales pueden hacerse no solo en hojas de papel. Las pizarras, las paredes u otros recursos tecnológicos también pueden ser perfectos soportes.
Visual thinking ejemplos
El pensamiento visual es una herramienta que se puede poner en práctica de diversas maneras; desde sencillos dibujos a complejos mapas mentales. Es también una metodología para la toma de apuntes visuales. Es, en definitiva, una forma de enseñar, entre otras cuestiones, con múltiples aplicaciones en un aula. Asimismo, no podemos olvidar que también es una herramienta de lo más eficaz en el tratamiento de enfermedades como el autismo.
Así las cosas y volviendo al escenario del aprendizaje, los ejemplos de pensamiento visual más característicos son los mapas mentales, los mapas visuales y los mapas conceptuales. Son formas todas de conceptualizar ideas usando dibujos o gráficos que siempre giran en torno a una idea principal.
El pensamiento visual para el tratamiento de necesidades especiales
Hasta aquí hemos subrayado la utilidad de esta metodología en el campo del aprendizaje y de la enseñanza. Sin embargo, el pensamiento visual es cada vez más empleado en el tratamiento de sujetos con necesidades especiales. Un ejemplo son los distintos tipos de autismo. Un conjunto de trastornos en los que el visual thinking cobra un especial protagonismo.
En casi todos los tipos, este trastorno se presenta en las etapas más tempranas del crecimiento. Por lo tanto, uno de los signos que alertan a los padres tiene mucho que ver con el aprendizaje. De hecho, suelen ser los progenitores los que se percatan en primer lugar de que algo no va bien.
La escasa comunicación verbal y la incapacidad para identificar objetos son algunos de los signos que se presentan en la mayoría de los casos.
El pensamiento visual en el contexto de las terapias
Existen estudios relevantes que subrayan las habilidades cognitivas vinculadas al pensamiento visual de muchos de los sujetos con este trastorno. Es por esto que cada día son más los terapeutas y especialistas que usan el pensamiento visual. Son estos profesionales los que sostienen la ayuda de este tipo de herramienta para la capacidad de pensar.
El pensamiento visual es esencial para las personas que tratan con personas diagnosticadas con cualquier tipo de trastorno de espectro autista. Se trata de una herramienta indispensable para la intervención en el aula de necesidades especiales.
La historia del visual thinking y cómo ha evolucionado hasta hoy
Repasados los beneficios y las aplicaciones del visual thinking, damos un paso más: ¿Qué sabemos de su origen? ¿Qué pasa si tecleamos en un buscador "visual thinking historia"?
Para ir hasta ese origen nos tendríamos que remontar a 1969, fecha de publicación del libro de Rudolf Arnheim. Será a este escritor, filósofo y psicólogo alemán a quien le debemos el nacimiento de este concepto como herramienta.
Sería el berlinés quien planteara las posibilidades de este tipo de pensamiento en una sociedad que, según él mismo definió, estaba acosada por el lenguaje. Un libro que ha sido el germen del pensamiento visual que conocemos hoy y que está más de moda que nunca.
Tanto es así que la eficacia de esta metodología ha alcanzado también al mundo empresarial. Desde ese libro hasta nuestros días, el pensamiento visual ha evolucionado. De eso no hay duda. Ha avanzado, ha innovado y se ha adaptado hasta convertirse en una herramienta de infinitas posibilidades.
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Las empresas y el pensamiento visual
El propio ritmo empresarial y el número de impactos diarios de todo tipo al que está sometido un trabajador deja, en muchas ocasiones, poco lugar para la creatividad. Un hecho que preocupa y mucho a las empresas cuando esa creatividad es lo único que puede marcar la diferencia.
En este contexto, el pensamiento visual cobra especial relevancia. Una importancia que reside en la capacidad de esta herramienta de generar los ambientes más propicios para crear. En estos ambientes el rendimiento siempre es superior.
El visual thinking en el ámbito de la empresa tiene muchas posibilidades y numerosas formas de aplicación:
- Como técnica aplicada al marketing.
- Como método de formación de los trabajadores.
- Para crear conexiones sanas y productivas dentro de la propia empresa. La creación de sinergias es otro de los beneficios de la aplicación del pensamiento visual en las empresas. Si antes decíamos que uno de los objetivos del pensamiento visual es conectar las dos partes del cerebro, en este caso se trata de algo parecido: de generar el entendimiento entre departamentos.
- El pensamiento visual también es de utilidad para llegar a los clientes. De hecho, en las empresas más modernas es una técnica empleada de manera habitual para crear opiniones positivas.
El futuro de muchos sectores pasa por la aplicación del visual thinking
A modo de conclusión, debemos tener en cuenta que esta herramienta sirve, en términos generales, para ordenar pensamientos. Algo de tremendo impacto a la hora de memorizar o entender. Unas posibilidades de alcance aplicadas a la pedagogía, a la enseñanza o a las terapias con personas de necesidades especiales. También es toda una oportunidad aplicada a las empresas.
Si hace más de medio siglo, el padre del pensamiento positivo aludió a una sociedad acosada por el lenguaje, ¿qué diría del momento actual? Son muchos los estudios que ponen de manifiesto el riesgo de saturación ante tanto impacto y tanta exposición a la información. Es esta la causa de que el pensamiento positivo sea una herramienta incluida en los estudios o en las enseñanzas más innovadoras del momento.
El futuro más inmediato pasa por el visual thinking. No son pocos los que aseguran que nos vemos obligados a volver a la importancia de la imagen. Es esta, de hecho, la forma más primitiva de comunicarnos. No olvidemos que un dibujo o una imagen puede ser el idioma más universal que existe.