Estudiar derecho tecnológico: preparación para la supervivencia
El campo legal ha evolucionado considerablemente en los últimos años, y ahora la tecnología está jugando un papel más importante que nunca. Estudiar derecho tecnológico no solo permite ponerse al día con una tendencia continúa acelerando, sino que ayuda a ser más competitivo.
¿Por qué es importante estudiar derecho tecnológico para estar mejor preparado?
A medida que la industria se vuelve cada vez más dependiente de la tecnología, y cada vez aparecen más roles fuera del perfil legal tradicional dentro de las empresas, tener una buena comprensión de los últimos avances en innovación en este campo se convertirá en un requisito absoluto.
Cada día aparecen una serie de formas nuevas e innovadoras de abordar los problemas de los clientes. Provienen de personas que han combinado la ley con la tecnología para facilitar flujos de trabajo que funcionen mejor.
Se les conoce como Analistas de Operaciones Legales o Ingenieros Legales y trabajan con los clientes para desarrollar soluciones a sus problemas legales, ofreciendo asesoramiento, servicios y productos personalizados y rentables.
En la firma de abogados puede ser necesario plantearse incorporar una gama más diversa de profesionales, ya que ello permitiría brindar un servicio más holístico a los clientes. Otra opción es invertir en la formación de los que ya forman parte del equipo, para apoyar su crecimiento y el desarrollo de capacidades digitales.
Estudiar derecho tecnológico para asegurar la supervivencia de la firma legal
En algunos casos, estudiar derecho tecnológico no será un complemento necesario para elevar la competitividad de la firma, sino requisito imprescindible para poder plantear su existencia a largo plazo.
Resultará necesario contar con profesionales con conocimientos en esta área para:
- Hacer la mejor selección de tecnología para el estudio. Encontrar la solución más rentable, la que tiene menor curva de aprendizaje y logra poner en la misma página a todo el equipo no es tan sencillo como pudiera parecer. No solo hace falta tener en cuenta el presupuesto, sino también las necesidades presentes y futuras de la firma de abogados, la familiaridad tecnológica de los juristas y las tendencias en la industria.
- Poner al cliente en el centro. Hablamos del cliente externo, y también del interno. El objetivo en este caso es facilitar la comunicación, el acceso a la información, la disponibilidad de datos, la monitorización de procesos en marcha o la facturación. Agilidad, personalización y ausencia total de errores son requisitos clave.
- Garantizar la seguridad de los datos sensibles. La actualización es importante, no solo para cumplir con la legislación aplicable, por ejemplo, en lo relativo al tratamiento de datos; sino para conocer a la amenaza y estar preparados para proteger los activos de información de la firma.
Además, quien decide estudiar derecho tecnológico está mejor preparado para afrontar los cambios en el sector que vayan llegando de la mano de los nuevos avances. La innovación puede ser esa cualidad que consiga que un estudio legal se vuelva más competitivo y se posicione como autoridad en el sector. ¿Habías pensado que invertir en formación podría ahorrar costes legales, aumentar la rentabilidad e impulsar la satisfacción del cliente? Matricúlate hoy y haz que tu firma de abogados se ponga a la cabeza de los nuevos tiempos gracias al aprendizaje continuo.