Optogenética, la llave para curar al cerebro
En 2014 la prestigiosa revista Science incluyó la optogenética entre los diez avances científicos más importantes del año, al permitir un sutil control de los mecanismos neuronales y ser capaz de borrar de la mente malos recuerdos.
Uno de los grandes retos pendientes en la neurociencia es poder descifrar cómo funciona exactamente la interacción entre las neuronas, ya que esto permitirá entender mucho mejor los mecanismos de la memoria y del comportamiento. Así, la cura de enfermedades como el alzhéimer o la depresión estaría un poco más cerca.
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Aunque todavía falta mucho para descifrar cómo funciona el cerebro, la optogenética es uno de los grandes avances de las últimas décadas.
¿Qué es la optogenética?
Esta disciplina mezcla la óptica (uso de luz proveniente de LED o láser) y la genética. Lo que hace es introducir en las células genes exógenos que son capaces de codificar proteínas fotosensibles que pueden modificar el comportamiento celular a través de la luz.
Lo que hace es activar o inactivar neuronas, manipulando directamente la actividad neuronal. Cuando un ser vivo tiene opsinas en sus neuronas, se puede usar la luz para activarlas o inactivarlas, como si se tratara de un interruptor.
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Aplicaciones prácticas
- Puede ayudar a controlar los ataques epilépticos.
- Es capaz de mitigar la adicción a drogas como la cocaína.
- Podría mejorar la calidad del sueño, permitiendo llegar a la fase REM a quienes padecen insomnio.
- Puede servir para tratar problemas de visión que tengan una base neurológica.
- Algunas pruebas en ratones demuestran que puede ayudar a recuperar parte de la audición, por lo que podría sustituir a los implantes cocleares.
- Activa las neuronas del hipotálamo y aumenta o inhibe el hambre, por lo que podrían ayudar en el tratamiento de los trastornos de alimentación y contribuir a la pérdida de peso.
- Ayuda a paliar los efectos del Parkinson.
- Puede ayudar al corazón a hacer su trabajo. De hecho, ya se han desarrollado marcapasos basados en la optogenética.
¿Permite borrar recuerdos?
Los datos neutros sobre un acontecimiento (dónde y qué sucedió) quedan almacenados en el hipocampo. Los estudios de los investigadores demuestran que con esta técnica puede eliminarse un recuerdo. Sin embargo, esto no afectaría al significado emocional que ese recuerdo tiene para la persona, ya que este queda guardado en la amígdala.
Lo que ocurre es que al cambiar las conexiones neuronales en el hipocampo se producen también cambios en la amígdala. Es decir, que desaparece el recuerdo y la respuesta emocional ante el mismo. Esto, en la práctica, implicaría poder acabar de forma rápida y eficaz con los traumas y los miedos.
Como cualquier avance relacionado con el cerebro, la optogenética también tiene una dimensión ética. En primer lugar, porque supone una manipulación genética del ser humano y, en segundo lugar, porque podría usarse para modificar el comportamiento de una persona para mal.
Al margen de polémicas, lo que está claro es que la optogenética puede suponer un gran salto adelante en la comprensión del funcionamiento del cerebro, superando sus beneficios a los posibles inconvenientes.