Qué es enfermedad aguda: significado y características
Quienes saben qué es enfermedad aguda tienen claro que, bajo este término se engloba una amplia variedad de afecciones. Todas perjudican a nuestra salud, aunque lo hacen de manera distinta.
En las siguientes líneas descubriremos la definición de enfermedad aguda, sus principales características y la diferencia con enfermedad crónica.
¿Qué es enfermedad aguda?
Una enfermedad aguda es aquella que aparece repentinamente debido a causas diversas, como puede ser una bacteria, un virus o un accidente, por ejemplo. Se conoce como enfermedad aguda a la rotura de una extremidad, pero también a un catarro. La gripe es una enfermedad aguda, está claro, pero ¿sabías que un dolor de estómago o de muelas también podía serlo?
Características de la enfermedad aguda
La enfermedad aguda se caracteriza por estos rasgos:
- Es diagnosticable y diagnosticada.
- Desde ese momento, empieza a frenar su curva de ataque, ya que el médico prescribe un tratamiento adecuado al paciente, que empieza a luchar contra ella con ayuda de los fármacos y/o terapias.
- Hasta la recuperación completa hará falta para días o meses, en función del tipo d enfermedad aguda de que se trate y de la efectividad del tratamiento a seguir.
- Completado el período de recuperación, si todo va bien, la persona vuelve a tener una salud normal.
Las enfermedades agudas suelen seguir este curso: enfermarse, empeorar durante un tiempo, tratamiento u observación de los síntomas y luego mejorar. La velocidad de la recuperación depende de dos factores:
- El acierto de las medidas elegidas por el médico para tratar la enfermedad.
- La capacidad del cuerpo del paciente para superar la enfermedad aguda.
Qué es: ¿enfermedad aguda o enfermedad crónica?
Las enfermedades crónicas se diferencian de las agudas en que no son tan fáciles de diagnosticar y tratar. A menudo aparecen lentamente y continúan desarrollándose al mismo ritmo.
Por ejemplo, una persona puede sentir punzadas leves de dolor o rigidez ocasional de las articulaciones al comienzo de la artritis. Gradualmente, estos síntomas pueden agravarse, hasta que el dolor y la rigidez dificultan que el individuo se desplace o realice fácilmente las tareas cotidianas. En el caso de la diabetes, los primeros síntomas pueden ser leves, como micción frecuente o mucha sed.
Algunas personas pueden no sentir ningún síntoma. Sin embargo, a medida que la enfermedad progresa, pueden desarrollarse complicaciones si no se controla.
Las enfermedades crónicas también se diferencian de lo que es una enfermedad aguda en que, a menudo tienen múltiples causas. Por ejemplo, la herencia genética puede desempeñar un papel, al igual que el estilo de vida (fumar, la falta de ejercicio y los hábitos alimenticios poco saludables). Los factores ambientales, como el humo o la contaminación del aire, también pueden contribuir a la aparición de una enfermedad crónica.
La variedad de factores que desencadenan la enfermedad crónica, hace que pueda ser difícil encontrar un tratamiento eficaz.
Así, aunque estamos acostumbrados a disfrutar de una recuperación total cuando sufrimos una enfermedad aguda; en el caso de sufrir una crónica puede que la recuperación total no sea una opción.
En las enfermedades crónicas, algunos síntomas son causados por la propia enfermedad, como el dolor y la fatiga. También hay síntomas que son secundarios a otros. Por ejemplo, si una persona sufre de dolor adquirido por su enfermedad crónica, también puede, con el tiempo, sufrir depresión, especialmente si el dolor no se alivia con el tratamiento. Este ciclo de síntomas que causan otros síntomas puede dificultar el diagnóstico y el tratamiento. Debido a la naturaleza complicada de la enfermedad crónica, es necesario encontrar formas de aliviar los síntomas para mejorar la calidad de vida.