Small data: qué es y cuáles son sus ventajas y diferencias respecto al big data
El small data y el significado de la palabra en castellano, microdatos, lleva mucho tiempo siendo de gran utilidad en el entorno empresarial. De hecho, desde hace más de 20 años se ha empleado para analizar la información que recogían las diferentes corporaciones del sector de las telecomunicaciones, la banca o los seguros.
No obstante, desde mucho antes, ya servía para conocer los gustos y necesidades de los clientes. Con el paso del tiempo, su popularidad ha ido creciendo entre las pymes, aunque también se ha visto relegado por el big data, que ha captado de manera rápida la atención de las multinacionales con más recursos.
Cómo definen los datos a cada persona
En la vida diaria, los seres humanos vamos dejando detrás de nosotros una gran cantidad de información que nos define. La mayoría, al menos en apariencia, es irrelevante. Sin embargo, el small data se aprovecha de ello para el beneficio de las compañías. Para ello, no es necesario recurrir a un ordenador ni a un sistema de recopilación complejo. Basta con mostrarnos como somos.
Cada día enseñamos sin tapujos nuestros gustos al camarero cuando le pedimos un café. ¿Solo o con leche? Una vez que la pregunta es respondida, el camarero interiorizará y conservará esa información para saber cómo ganarse nuestra simpatía. Al día siguiente, cuando volvamos a pedir el café, no será necesario recordarle cómo lo debe preparar.
Lo mismo ocurre en la frutería del barrio. Si le pedimos al tendero unos plátanos o unas fresas, tomará nota mentalmente para el futuro. Y no solo eso, sino que es posible que la próxima vez nos los ofrezca sin que tener que pedirlos.
Esto es algo que hacemos de forma inconsciente y que no supone ningún problema, puesto que, como decimos, son datos en apariencia poco valiosos. Nadie compartiría su cuenta del banco o daría detalles sobre su sueldo, pues los entendemos como información sensible.
Por lo tanto, los pequeños datos que dejamos aquí y allá son una buena muestra de nosotros mismos. Las empresas saben explotar todas esas piezas del rompecabezas que dejamos cada día para crear una imagen completa sobre nuestros hábitos, tendencias políticas o preferencias. En consecuencia, recibimos en casa llamadas comerciales, propaganda personalizada o vemos anuncios sobre nuestros intereses al navegar por internet.
¿Qué es el small data?
Cualquier negocio se beneficia enormemente de conocer el comportamiento de sus clientes. Y eso es, precisamente, lo que los microdatos permiten en los entornos empresariales. No obstante, su filosofía es muy diferente de lo que años más tarde de su implementación se ha conocido como big data. Esta evolución ha alterado la forma de procesar los datos, aunque que conserva la misma esencia.
Los objetivos de ambas maneras de obtener información son muy distintos. De hecho, los macrodatos o big data no son aptos para cualquier organización. Sin embargo, no ocurre lo mismo con esta otra alternativa.
La información que se recopila mediante los microdatos es sencilla y con un alcance pequeño y limitado. Una de sus mayores ventajas es que se puede gestionar, al completo, por personas, gracias a la simpleza de todo lo que recoge.
En estos casos, surge una cuestión. Si se reúnen pequeñas cantidades de datos, ¿cómo pueden resultar útiles? Esto se consigue, sobre todo, porque se centran en lo verdaderamente importante. Por ejemplo:
- Satisfacción con la empresa.
- Gustos y necesidades.
- Aspectos que más valoran.
- Qué día de la semana quieren recibir sus pedidos.
Cómo comenzar a emplear microdatos
Al tratarse de información de baja complejidad y asimilable por los trabajadores, cualquier empresa, por pequeña que sea, tiene la capacidad de iniciarse en los microdatos.
Algo muy habitual es crear campañas de opinión a partir de sencillas encuestas o analizar las ventas que un negocio ha tenido en un periodo determinado. Gracias al big data, podríamos conseguir un margen de error de tan solo un 10 % con una muestra de tan solo 80 personas.
La cifra es elevada, pero ese porcentaje podría ser más que suficiente para una pyme que no necesita conocer de manera rigurosa el resultado. Como es lógico, cuanto mayor sea la muestra, más fiabilidad se logrará.
¿Cuál es su origen?
A pesar de que ahora se encuentran al alcance de cualquiera, los microdatos alcanzaron su popularidad gracias a las grandes compañías. En un principio, lo que pretendían era predecir cómo actuarían sus clientes en diferentes situaciones propiciadas por su propia relación con las organizaciones.
Posteriormente, una vez estaban listos los datos, los transferían a bases de datos locales donde los analizaban. Al ser empresas con escasa cantidad de usuarios, el proceso era bastante simple. Al fin y al cabo, registros que superasen el millón de celdas eran poco frecuentes, y todos ellos se podían manejar ágilmente con una simple hoja de cálculo y una base de datos.
Por ejemplo, si una entidad bancaria creaba una nueva comisión, lo habitual era comprobar qué aceptación tenía entre sus clientes. Para ello, se seleccionaba al azar un grupo reducido y se comenzaban a aplicar los recargos en sus cuentas. Pasado el tiempo, los clientes podían continuar en la compañía, extender su vinculación con otros productos o marcharse a otro banco. Una vez concluía el periodo de estudio, se extraía la información y se hacían las cuentas. ¿Compensaba aplicar ese recargo? Si la respuesta era afirmativa, se proseguía con la idea.
Con el tiempo, estas empresas continuaron ampliando poco a poco la información que recopilaban y las herramientas habituales dejaron de tener sentido. El big data cambió para siempre la forma de trabajar de las grandes corporaciones, pero a día de hoy, los microdatos siguen ofreciendo una solución muy eficaz.
¿Cuáles son las ventajas de este sistema?
Los microdatos resultan muy útiles por sus excelentes resultados. Como hemos dicho, las pequeñas y medianas empresas se ven claramente beneficiadas por su uso, aunque no son las únicas. Prácticamente, cualquier organización puede utilizarlos para mejorar su capacidad analítica.
De hecho, la baja inversión necesaria para poner en marcha una campaña de microdatos los está haciendo cada vez más populares. Cabe recordar que no son necesarios especialistas, ni tampoco hay que hacer frente al coste de la tecnología requerida para analizar macrodatos. Por lo tanto, apostar por la utilización de microdatos reporta numerosas ventajas económicas y organizativas.
Retorno de la inversión
El coste necesario para implementar un sistema de big data es descomunal. Solo en 2021, más de 215 000 millones de dólares fueron gastados en esta tecnología. Una cifra un 10 % superior a la del año anterior. De hecho, la tendencia de estos costes lleva ya varios ejercicios al alza y se espera que continúe así en el futuro.
Así pues, cambiar la mentalidad y elegir los microdatos como estrategia mejora el ROI (return of investment) gracias a su reducida inversión. No cabe duda de que el dinero invertido en un máster en big data tiene una gran repercusión para las grandes empresas. Sin embargo, cuando los recursos disponibles son limitados, los microdatos son una apuesta segura.
Toma de decisiones
La complejidad de los macrodatos causa un impacto directo a la hora de seguir una estrategia empresarial. Al fin y al cabo, no siempre se tiene toda la información disponible para decidir, puesto que la mayor parte de ese peso se delega en complejos algoritmos. En los microdatos es completamente diferente.
Toda la información se analiza de manera rápida y es comprendida a la perfección por los encargados de decidir el rumbo que tomará el negocio. Esto hace que se tomen decisiones ajustadas a los hechos. Si bien en grandes compañías esto no siempre es necesario, ya que hay encargados de adaptar la información, se vuelve vital en los negocios con menor presupuesto.
Futuro de los microdatos
El eterno debate entre small data vs big data puede llegar a su fin muy pronto. Hasta ahora, ambas tecnologías se habían mostrado como antagónicas. Sin embargo, muchas compañías líderes en su sector están comenzando a integrar los dos sistemas en su método de análisis. ¿Con qué objetivo? Aprovechar todas las ventajas que proporcionan los microdatos.
Para ello, utilizan los macrodatos para conseguir una perspectiva impersonal sobre sus clientes. Posteriormente, rellenan los huecos que deja esta información con los pequeños datos que recopilan de forma personalizada. Si bien es cierto que esta estrategia útil requiere de más recursos, los resultados merecen la pena. De hecho, poco a poco esta forma de proceder está ganando terreno y todo apunta a que seguirá creciendo en el futuro.
En resumen, el small data juega un gran papel en el mundo empresarial. En la actualidad, los pequeños negocios emplean estas técnicas con frecuencia debido, en parte, a su reducido coste. No obstante, cada vez más multinacionales optan por seguir los mismos pasos dada la claridad de la información que ofrece para tomar decisiones con mayor conocimiento. Por ello, tener la capacidad de integrar los macrodatos con los microdatos es, sin duda, una gran opción para ampliar tus conocimientos y expandir tus posibilidades laborales. En VIU formamos cada año a profesionales en big data y data science.