Agente de igualdad, una profesión para mejorar la sociedad
La figura del agente de igualdad es fruto de los tiempos actuales. La perspectiva de género es inaplazable y su aplicación a todos los ámbitos de la sociedad una realidad progresiva. La nueva legislación sobre igualdad y la concienciación social han convertido en muy demandada esta profesión.
Se precisan personas cualificadas, comprometidas, resolutivas y capaces para ayudar a implementar la igualdad real. Es una cuestión prioritaria que nos afecta a todos, en especial en el ámbito de género. Por ello, las oportunidades laborales de esta clase están creciendo de forma exponencial.
¿Qué es un agente de igualdad?
La igualdad de oportunidades y de género ha dejado de ser una entelequia. La sociedad del siglo XXI ha abrazado esta mentalidad de manera práctica y trabaja firmemente para llevarla a cabo.
Esto supone regular e implantar nuevas normas y legislaciones que favorecen y aceleran este propósito. Afectan a todos los ámbitos de la vida, incluido el profesional. En este contexto, los agentes de igualdad son imprescindibles.
¿A qué se dedican los agentes de igualdad?
Esta figura alude a los y las profesionales centrados en los planes, los programas, los proyectos y las campañas de acción sobre igualdad. Se ocupan de diseñarlos, coordinarlos, dinamizarlos, implementarlos, gestionarlos y evaluarlos.
Su tarea cotidiana se centra en promover el trato igualitario y el acceso a idénticas oportunidades, sin discriminación alguna. Si te gusta mediar, amas los valores y adoras trabajar con las personas, hacer un curso de agente de igualdad homologado es una gran idea.
Principales tipos de igualdad
Aunque eliminar las diferencias entre géneros goza de máxima actualidad, no es la única vía de actuación. Estos son algunos de los campos de trabajo más significativos:
- Igualdad personal. Todas las personas son idénticas en dignidad y derechos.
- Igualdad étnica. El color de piel, la procedencia y los rasgos físicos o culturales son ajenos al trato a los otros. Significa luchar contra el racismo y la xenofobia.
- Igualdad social. Tampoco han de influir la riqueza, la pobreza ni la clase social de la persona. El clasismo ya no tiene cabida en estos tiempos.
- Igualdad de justicia. La aplicación de la ley no entiende de diferencias personales ni colectivas. La justicia es ciega, todos hemos de ser iguales ante ella.
- Igualdad de accesos. Consiste en proteger todos los derechos de cada ser humano. Tanto los generales (vivienda, educación, salud...) como otros más específicos. Entre ellos, la eliminación de barreras arquitectónicas para las personas con problemas de movilidad.
- Igualdad de género. Hombres y mujeres comparten idénticos derechos y obligaciones. Así, las mujeres han de disponer de cuanto se les ha privado históricamente.
- Igualdad laboral. En el trabajo, todos han de ser tratados del mismo modo, porque ningún tipo de discriminación es admisible.
Por lo tanto, hay muchas áreas de trabajo presentes y futuras para un agente de igualdad con formación. Si lo piensas bien, tal vez te resulte un porvenir estimulante.
Beneficios de especializarse en igualdad
Son muchas las ventajas derivadas de esta actividad profesional en auge. La demanda de especialistas es alta, no cesa de crecer, al tiempo que las expectativas de futuro refrendan esta realidad.
Las personas que superan un buen curso de agente de igualdad acceden a una profesión con estos beneficios:
- Diversidad de salidas y campos de aplicación.
- Alta demanda actual de especialistas.
- Futuro prometedor, con grandes previsiones de trabajo.
- Actividad centrada en las personas.
- Labor social y evidente servicio a los demás.
- Variedad de actuaciones y ausencia de monotonía.
- Desarrollo y crecimiento personales.
- Remuneración interesante, entre los 20 000 y los 35 000 euros brutos al año.
¿Dónde trabaja una persona con título oficial de agente de igualdad?
Como la mayoría de las profesiones liberales, esta actividad combina distintas áreas de aplicación. Las analizamos a continuación
Sistema público
Las instituciones públicas han de velar por los principios de igualdad y, por ello, ofrecen periódicamente plazas para desenvolverse en este campo.
Podrás convertirte en funcionario o ser contratado por ayuntamientos, servicios sociales, redes de apoyo, concejalías, ministerios, comunidades autónomas, etcétera.
Sector privado
Quien prefiere trabajar en este escenario también disfruta de numerosas posibilidades. Así, todas las empresas con más de 250 personas han de tener un agente de igualdad con formación homologada en su plantilla.
En consecuencia, las empresas —incluidas las pymes—, las oenegés, los centros de formación, las universidades, las asociaciones y los medios de comunicación demandan estos perfiles.
Consultoría y autoempleo
La figura conocida como freelancer tiene igualmente cabida en esta actividad profesional. Puedes montar tu propia empresa de igualdad o trabajar por libre, como autónomo.
Al mismo tiempo, las consultorías especializadas están dando servicio a gran cantidad de organizaciones.
¿Cuáles son las funciones habituales de un agente de igualdad con formación especializada?
Quien obtiene un título oficial de agente de igualdad, puede acabar inmerso en una apasionante vorágine de actividad y proyectos. Los retos profesionales se suceden en cuanto se accede a un puesto de trabajo.
En general, pero no de manera exhaustiva, se suelen llevar a cabo estas labores:
- Análisis diagnóstico de la situación.
- Detección de fallos, errores y problemas derivados de la desigualdad.
- Asesoramiento para implementar medidas correctoras o de acción positiva.
- Creación e implantación de planes y programas de actuación en favor de la igualdad de oportunidades.
- Promoción, gestión y mantenimiento de campañas de comunicación, difusión y divulgación.
- Mediar en situaciones de conflicto.
- Peritar situaciones sobrevenidas, incluso con una dimensión judicial. En este caso, la formación en derecho es decisiva.
- Coordinación de sistemas y centros de asistencia.
- Formar, animar y sensibilizar a la sociedad en su conjunto, sobre todo a las nuevas generaciones.
Perfil de los agentes profesionales de igualdad
La siguiente cuestión es definir el perfil personal y profesional de estos especialistas.
Habilidades blandas y rasgos de personalidad
Las personas con ciertas cualidades, destrezas y experiencias están mejor preparadas para desenvolverse con éxito en este trabajo.
Los expertos coinciden al considerar estos rasgos personales:
- Sentido de la justicia.
- Capacidad de servicio.
- Empatía y escucha activa.
- Mente abierta.
- Predisposición a la conciliación.
- Flexibilidad.
- Dotes para el trabajo en equipo.
- Paciencia, perseverancia y firme voluntad.
- Don de gentes con habilidades sociales.
- Cierto liderazgo, al menos para mover a la acción y motivar a los demás.
- Proactividad.
- Sentido del deber.
Formación requerida
La actitud es importante para ser un buen profesional, pero no basta por sí sola. La aptitud se consigue a través de la preparación y, después, con la experiencia.
Por ello, para dedicarse a este trabajo es imprescindible contar con una formación cualificada, certificada y diversa.
Estos son algunos de los ámbitos en los que deberías prepararte, ya sea mediante cursos, másteres, seminarios o posgrados:
- Título oficial de agente de igualdad.
- Cursos de especialización para agente de igualdad homologado.
- Master de agente de igualdad.
- Grado en derecho.
- Conocimientos de economía, periodismo, comunicación, sociología, empresa, psicología y otras materias complementarias.
En cierto modo, capacitarse para la gestión de igualdad es comparable a ser abogado en España, emprendedor o publicista. La formación continuada es importante, fundamental para adecuarse. Pero la contrapartida es clara: son profesiones muy estimulantes que generan constantes aprendizajes e impulsan un crecimiento personal continuo.
El mejor plan de formación son los títulos universitarios y posgrados. Además, las instituciones políticas suelen respaldar otros cursos y actividades de formación complementarios.
Por último, la experiencia es un grado en esta actividad profesional. Si has tenido relación o has trabajado en ámbitos conectados con la igualdad, tendrás mucho ganado.
Es importante tenerlo presente al tomar la decisión de formarse en igualdad. Las oportunidades aumentan a la par que la eficacia. Por ejemplo, en el momento de detectar las desigualdades existentes en el objeto del estudio o el trabajo.
Apuntes finales para interesados en esta profesión
Hemos mencionado ya diferentes razones interesantes para apuntarse a un curso de agente de igualdad homologado y abrazar esta profesión. Por ejemplo, el salario: según la FEPAIO, en el ámbito privado es posible ganar hasta 60 000 euros brutos por año. La media supera ligeramente la mitad de esta cifra, sin duda extraordinaria.
En cuanto a la jornada, la semana laboral es de 37,5 horas, lo cual favorece la conciliación y te concede algunas horas libres adicionales. Según las circunstancias, el horario puede ser continuo o partido; si bien hay profesionales que realizan su labor en medias jornadas.
La conclusión de este artículo no puede ser otra: esta es una profesión de tanta actualidad como interés y demanda. Ser agente de igualdad ofrece grandes ventajas laborales y retos continuados, así como la posibilidad de mejorar la sociedad y ayudar a otras personas.
Las cualidades que se requieren para brillar en estos proyectos profesionales conectan con la comunicación, la mediación y la constancia. El título oficial de agente de igualdad es el punto de partida esencial en la formación requerida. Además, debes completarlo con nuevos cursos y experiencias formativas, ya que es necesario crecer y aprender toda la vida.
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