Cómo actuar ante un caso de hiperactividad infantil
Los alumnos y alumnas con trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH) tienen una inteligencia normal y, en ciertos casos, hasta superior a la media. Sin embargo, las dificultades de atención y la hiperactividad características de estos muchachos suelen tener una influencia muy negativa en su rendimiento académico. Por eso es muy importante detectar el problema lo antes posible, para así actuar de la forma adecuada y evitar que se descuelguen del ritmo de aprendizaje de la mayoría de la clase.
No siempre resulta fácil identificar el TDAH , ya que muchos síntomas y conducta son habituales en la mayoría de niños. Las claves para su diagnóstico nos la puede dar la intensidad de algunos síntomas como:
- Inquietud extrema. Los niños están en constante movimiento, se retuercen en su asiento y mueven excesivamente manos y pies. También hablan en exceso y corren y saltan en situaciones inadecuadas.
- Gran impulsividad. Hacen lo primero que se les ocurre sin pensar en las consecuencias, sus comentarios son inapropiados y molestan en clase y a sus compañeros, por lo que tienden a no ser aceptados.
- Graves problemas de concentración. Les cuestas muchísimo concentrarse y mantener la atención. Se distraen con suma facilidad, se aburren y no escuchan lo que se les dice, dando la impresión de que tienen la mente en otro lugar.
- Bajo rendimiento educativo. Los síntomas derivados del TDAH implican que estos chicos tengan problemas en diferentes tareas escolares como leer, memorizar, deletrear, razonar u organizar la información.
Indicadores para maestros ante niños con TDAH
La actuación del maestro que cuenta en su clase con algún alumno o alumna con TDAH es compleja. Pero si el profesor actúa con responsabilidad, rapidez y eficacia es muy factible que estos chicos logren alcanzar las competencias académicas propias de su edad.
Para conseguir estos objetivos, es recomendable el seguimiento de los siguientes indicadores
- Establecer un plan de intervención escolar personalizada a partir de los resultados de una valoración terapéutica inicial
- Aunque no siempre es necesario, en algunos casos es recomendable realizar cierta adaptaciones (normalmente poco significativas) de algunos elementos del currículo.
- En el aula, el maestro debe estar muy atento y pendiente del comportamiento y evolución de estos alumnos, siendo recomendable seguir las siguientes pautas:
- Sentar al alumno cerca del profesor para poder mantener contacto visual e indicarle con una señal acordada cuando se está distrayendo.
- Disminuir los estímulos, como objetos en el pupitre, que puedan distraerle.
- Transmitirles la información y las órdenes de manera explícita y directa.
- Enseñarles técnicas de organización de las tareas escolares y de su tiempo.
- Crearles rutinas muy marcadas de trabajo.
- Fraccionar sus tareas, estableciendo periodos de descanso para adaptarlas a sus problemas de atención y evitar que se aburra.
- Encargarle pequeñas funciones de ayuda al resto de la clase y al profesor.
- En el caso de tener que llamarle la atención o censurarle su comportamiento procurar hacerlo en privado
También es importante no errar en el diagnóstico entre el TDAH y trastornos de espectro autista (TEA), ya que el tratamiento y pautas a segur en clase son diferentes. Esto ocurre con relativa frecuencia porque ambos trastornos comparten síntomas como: dificultades para interpretar los sentimientos de los demás, problemas para fijar la atención y conducta hiperactiva-impulsiva.