Economía lineal: el fin de una era

La población mundial está creciendo y esto afecta en gran medida al medio ambiente. Para asegurarnos de que haya suficiente comida, agua y prosperidad en 2050, necesitamos cambiar de una economía lineal a una economía circular.

Por este motivo, distintos países han puesto en marcha iniciativas para una economía circular. El objetivo es garantizar condiciones de vida y trabajo saludables y seguras, y causar menos daño al planeta.

Durante mucho tiempo, la economía occidental ha seguido un modelo "lineal". Esto significa que las materias primas se utilizan para fabricar un producto, y después de su uso, se desechan algunas partes, por ejemplo, los envases. A diferencia de lo que sucede en la economía lineal, en una basada en el reciclaje, los materiales se reutilizan. Por ejemplo, el vidrio usado se usa para hacer vidrio nuevo y el papel usado para hacer papel nuevo.

Para garantizar que en el futuro haya suficientes materias primas para alimentos, vivienda, calefacción y otras necesidades, nuestra economía debe volverse circular. Eso significa evitar el desperdicio haciendo que los productos y materiales sean más eficientes y reutilizándolos. Si se necesitan nuevas materias primas, deben obtenerse de manera sostenible para que no se dañe el medio ambiente natural y humano. Se trata de aspectos que la economía lineal no tenía en cuenta y que hoy en día se consideran prioritarios.

¿Qué es una economía circular?

En una economía circular, los fabricantes diseñan productos para ser reutilizables. Por ejemplo, los dispositivos eléctricos están diseñados de tal manera que son más fáciles de reparar.

Los productos y las materias primas también se reutilizan tanto como sea posible. Por ejemplo, reciclando plástico en gránulos para hacer nuevos productos de plástico. En una economía circular el entorno se trata de manera responsable. Por ejemplo, al evitar la basura en las calles o en el entorno natural.

¿En qué se diferencia una economía circular de una economía lineal?

Una economía circular es diferente de una economía lineal en su planteamiento de base. En pocas palabras, en una economía lineal extraemos materias primas que procesamos en un producto que se desecha después de su uso. Mientras que, en el modelo circular, cerramos los ciclos de todas estas materias primas.

Cerrar estos ciclos requiere mucho más que solo reciclar. Cambia la forma en que se crea y preserva el valor, cómo la producción se hace más sostenible y qué modelos de negocio se utilizan.

El sistema circular y el sistema lineal también difieren entre sí en la forma en que se crea o mantiene el valor. Una economía lineal sigue tradicionalmente el plan paso a paso "tomar-hacer-deshacer". Esto significa que las materias primas se recolectan y luego se transforman en productos que se utilizan hasta que finalmente se descartan como desechos. El valor se crea en este sistema económico al producir y vender tantos productos como sea posible.

En una economía circular se sigue el enfoque de las 3R reducir, reutilizar y reciclar (las 7 Rs más recientemente), donde el uso de recursos se minimiza (reduce), la reutilización de productos y piezas se maximiza (reutilización); y, por último, pero no menos importante, las materias primas se reutilizan (reciclan).

De la ecoeficiencia a la eco-eficacia

La perspectiva de la sostenibilidad es diferente en una economía circular que en una economía lineal. Cuando se trabaja en la sostenibilidad dentro de una economía lineal, el foco está en la ecoeficiencia. Esto es para minimizar el impacto ecológico para la misma salida, lo que, en realidad, no hace sino extender el período en el que el sistema se sobrecarga. Dentro de una economía circular, se busca la sostenibilidad para aumentar la eco-eficacia del sistema. Esto significa que no solo se minimiza el impacto ecológico, sino que el impacto ecológico, económico y social es incluso positivo.

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