Estudiar mediación y gestión del conflicto: importancia y habilidades
Estudiar mediación y gestión del conflicto permite adquirir una perspectiva más amplia y profesional de este hecho de la vida, que puede presentarse en cualquier momento y lugar. Tu intervención servirá para canalizar la situación y transformar la tensión destructiva en una oportunidad de mejora y crecimiento.
¿Qué es el conflicto?
El conflicto es un desencuentro que pasa a mayores. Es habitual que surja cuando las personas están estresadas, por ejemplo, cuando hay cambios en el horizonte o cuando todos están bajo presión debido a una fecha límite inminente. Puede darse en la esfera profesional y también en el área privada.
Para que un simple desacuerdo se pueda considerar conflicto, tienen que darse estas circunstancias:
- Un factor de comunicación en relación con un desacuerdo sobre algún aspecto.
- El bienestar de las personas involucradas debe depender unos de otros de alguna manera.
- Las personas involucradas perciben que sus objetivos son incompatibles, es decir, que no pueden cumplirse ambos.
- Los participantes en la disputa están compitiendo por los recursos y cada uno percibe que el otro interfiere con el logro de sus objetivos.
El conflicto puede ser destructivo, sin embargo, un conflicto bien gestionado también puede resultar constructivo, liberando emociones, aliviando el estrés, y resolviendo la tensión, especialmente si los involucrados lo usan como una oportunidad para aumentar la comprensión y encontrar un camino a seguir juntos para salir de la situación de conflicto.
¿Por qué es importante estudiar mediación y gestión del conflicto?
La mediación es la participación de un tercero imparcial para apoyar y ayudar a los involucrados en un conflicto a encontrar una solución. Estudiar mediación y gestión del conflicto te capacita para mediar, que no negociar, en una situación de este tipo.
La diferencia clave entre negociación y mediación es que, en la negociación, las partes involucradas llegan a su propio acuerdo. En la mediación cuentan con el apoyo de un tercero, el mediador, que les ayuda a llegar a un acuerdo.
La mediación, ya sea formal o informal, a menudo puede ayudar a resolver conflictos que han ido más allá de la etapa de negociación.
Características de la mediación
Un aspecto clave de la mediación es que el mediador no trata de solucionar el problema, ni toma ninguna decisión por las partes involucradas. En cambio, las ayuda a trabajar juntas para desarrollar su propio acuerdo.
Habilidades que desarrollas al estudiar mediación y gestión del conflicto
Al estudiar mediación y gestión del conflicto, el alumno adquiere una serie de habilidades, que le capacitan como mediador y permiten que se dedique a ello profesionalmente. Entre ellas se encuentran:
- Inteligencia emocional para entender las emociones subyacentes. Especialmente la empatía, que sirve para ayudar a cada parte a ponerse en el lugar del otro y comprender el punto de vista del otro.
- Habilidades de escucha activa, para entender al detalle la exposición de cada parte, sabiendo interpretar lo que realmente quieren expresar con sus palabras.
- Capacidad de síntesis, que es fundamental para exponer los puntos principales de controversia y las emociones subyacentes, y también para ayudar a los participantes a replantear los problemas en un lenguaje menos emotivo.
- Habilidades de cuestionamiento y aclaración para comprender tanto los hechos como las áreas de controversia.
Un mediador no debe tomar partido ni ser visto como un actor injusto. Por lo tanto, deberá reconocer los puntos señalados por ambas partes y dedicar el mismo tiempo a cada persona o a sus problemas. Nunca va a ayudar señalar que alguien no está siendo razonable, pero puede ayudarlo a hacer una verificación de la realidad preguntándole qué consideraría un resultado justo y luego preguntándole si cree que la otra parte estaría de acuerdo.