La depresión y la terapia de la activación conductual
La depresión es un trastorno mental que, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), afecta a más de 300 millones de personas en el mundo. De hecho, es una de las principales causas de discapacidad. Sin embargo, cada vez hay tratamientos más eficaces contra la depresión como la terapia de la activación conductual. Te contamos en qué consiste.
Una depresión no es lo mismo que una variación en un estado de ánimo. Muchos de nosotros pasamos por épocas en las que nos sentimos más tristes. Sin embargo, una depresión es un problema mucho más importante que afecta a la salud de forma muy negativa, sobre todo cuando tiene una larga duración o una intensidad grave. En estos casos se producen efectos en el trabajo, en el colegio y en las relaciones familiares, de amistad o de pareja.
¿Qué síntomas tiene la depresión?
Aunque los síntomas pueden variar de unas personas a otras, por lo general, podemos destacar los siguientes:
- Estado de ánimo irritable.
- Problemas para dormir o exceso de sueño.
- Cambios en el apetitito que pueden producir cambios en el peso.
- Problemas de concentración.
- Sentimiento de abandono.
- Pensamientos relativos a la muerte.
- Pérdida de interés por cosas que antes gustaban.
- Inactividad y falta de ganas para hacer cualquier cosa.
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Tanto los adultos como los niños pueden tener una depresión. En el caso de los niños se puede detectar, además, una reducción en el rendimiento escolar o un alejamiento de los amigos.
¿Cómo puede ayudar la terapia de la activación conductual en los casos de depresión?
La activación conductual es una de las terapias denominadas de tercera generación y se centra en el contexto del paciente para poder entender los síntomas de la depresión. Esta terapia se basa en dos pilares básicos, por un lado, la situación que produce una conducta determinada de una persona, y, por otro lado, las consecuencias que tiene esa conducta en la persona.
Por lo tanto, se trata de analizar las circunstancias que aparecen en la vida de la persona y cómo responde frente a ellas. El objetivo es romper el círculo vicioso que se produce entre tristeza y falta de acción para activar al paciente y que, poco a poco, realice actividades que le gusten y de las que se sienta satisfecho porque sienta que recupera el control de su vida.
La labor del terapeuta, en estos casos, es una labor de ayuda a identificar situaciones que el paciente evita y conductas que tiene, y reforzar los cambios positivos activando a la persona.
La terapia de activación conductual tiene una serie de ventajas como las siguientes.
- Es una alternativa al tratamiento mediante fármacos de la depresión.
- Obtiene resultados mejores y de forma más rápidas que otros tipos de terapias.
- Se ajusta a las necesidades del paciente por lo que en pocas sesiones se empiezan a sentir los resultados positivos en el paciente.
¿Conocías la terapia de activación conductual para tratar la depresión?