Las buenas prácticas más recomendables con alumnos con necesidades educativas especiales (NEE)
Tener en clase algún alumno o alumna con necesidades educativas especiales (NEE) no es nada extraño, ya que lo normal es que en cada clase haya varios niños o niñas en estas circunstancias, lo cual no significa otra cosa que necesitan de ciertos apoyos, en ocasiones solo puntuales, en alguna o varias materias o asignaturas.
Las mejores prácticas en la enseñanza de alumnos con NEE en el aula ordinaria
Poner mucho atención a la detección precoz
Cualquier tipo de necesidad tiene más posibilidades de solucionarse de forma rápida y efectiva si se detecta precozmente. Por ejemplo, los casos de dislexia (problemas de lecto escritura) se solucionan fácilmente con actividades específicas y la intervención de personal especializado.
El problemas es que, en ocasiones, este tipo de trastornos del aprendizaje no son detectados a tiempo, produciéndose en el niño retrasos con respecto al ritmo de la clase y muchas veces problemas de autoestima que no hacen otra cosa que empeorar la situación. Por todo ello, es necesario organizar protocolos, si es necesario mediante la realización de las pruebas necesarias, con el fin de detectar a tiempo todo el abanico de necesidades especiales susceptibles de tener lugar en un aula ordinaria.
Flexibilizar el currículo
La Ley Orgánica de Educación prevé la posibilidad de modificar ciertos elementos del currículo con el objeto de ofrecer respuestas al alumnado con necesidades específicas de apoyo educativo. Las adaptaciones curriculares son las modificaciones que se realizan en objetivos, contenidos, metodología, actividades, criterios y procedimientos de evaluación con el fin de adaptar las asignaturas y temarios a las capacidades y circunstancias especiales de cada alumno.
Dicha adaptación, que ha de ser individualizada, en ocasiones choca con una concepción demasiado rígida por parte de algunos centros de lo que significa la evaluación y el currículo. En cualquier caso, los programas de adaptación curricular están dirigidos al alumnado de Educación Primaria o de Educación Secundaria obligatoria (ESO) que se encuentran en alguna de las situaciones siguientes:
- Alumnado con necesidades educativas especiales.
- Alumnado que se incorpora tardíamente al sistema educativo.
- Alumnado con dificultades graves de aprendizaje.
- Alumnado con necesidades de compensación educativa.
- Alumnado con altas capacidades intelectuales.
Dar mayor autonomía a los centros
A los centros escolares se les debe dotar de la autonomía suficiente para ganar en rapidez en la toma de las medidas necesarias, ya sea de atención a la diversidad, organizativas y curriculares, que permitan ganar en eficacia en el tratamiento personalizado que precisan los alumnos o alumnas con NEE. Desde las administraciones no se debe poner trabas a los centros en el ejercicio de su autonomía y de la organización flexible de las enseñanzas.
Potenciar la figura del tutor
El tutor o tutora debes ser el principal interlocutor entre familia y escuela. En el caso de tutoría de los alumnos con NEE es altamente recomendable que esta sea ejercida por el profesorado especializado en la atención de este tipo de alumnado. No obstante, se trata del profesional que mejor conoce la situación de cada alumno, sus progresos y necesidades adicionales, por lo que es el más capacitado para establecer un buen feedback con los chicos y sus padres, así como con el resto del profesorado.