Moonshot thinking: intraemprendimiento en tu negocio

Hay una característica común a muchos emprendedores, que diferencia a quienes tienen éxito de los que no consiguen alcanzarlo: apuntar alto. En inglés se denomina moonshot thinking a esta cualidad, que se basa en la seguridad y lleva a asumir riesgos.

A partir de una idea aparentemente inalcanzable surge un proyecto ambicioso e innovador que se lleva a cabo, en principio, sin ninguna expectativa de rentabilidad o beneficio a corto plazo y también, quizás, sin un estudio de viabilidad que permita analizar a fondo los posibles riesgos y beneficios.

¿Qué es el moonshot thinking?

Es una actitud ante la vida, la de los ganadores, que se manifiesta en diversas ideas, en principio impracticables, que, en algunos casos, pueden salir como era deseado y entregar un éxito sin precedentes. Esta forma de pensar tiene como objetivo lograr algo que generalmente se cree que es imposible.

El moonshot thinking trata de resolver problemas globales, desafíos inalcanzables partiendo de la motivación, la creatividad y la confianza en uno mismo y en que “todo es posible”.

¿Cuál es el origen de esta expresión?

En el sentido literal, el presidente John F. Kennedy inventó el moonshot thinking cuando desafió a toda una nación a establecer una meta increíblemente audaz: la de enviar al hombre a la luna en menos de 10 años. Corría el año 62.

Hoy, la expresión moonshot thinking se utiliza para describir un esfuerzo titánico y un objetivo elevado.

Desafíos asociados al moonshot thinking

El riesgo financiero es el mayor desafío asociado a los proyectos que plantean quienes no tienen reparos en apuntar así de alto. Está comprobado que el moonshot thinking no funciona en un entorno sensible al precio.

Otro reto que se asocia a esta actitud ante la vida es que lleva a desviar la atención de las oportunidades de captura de valor más inmediatas. ¿Y quién estaría dispuesto a correr ese riesgo conscientemente?

En Researchgate, publican que este problema fue el que afectó a Google en relación con la pérdida de Google en su plataforma central en la nube a Amazon Web Services (AWS). La empresa matriz de Google, Alphabet, que supervisa Google X (un laboratorio de proyectos de diversa índole que tienen en común el moonshot thinking como punto de partida), informó de que había incurrido en pérdidas operativas por 1.300 millones de dólares en proyectos excesivamente ambiciosos, arriesgados e inviables.

La oportunidad que encierra el moonshot thinking

Pero si hay un ejemplo de innovación y de excelencia, precisamente en proyectos que abrazan el riesgo es Google. Un estudio de dos años de 180 equipos realizado por Alphabet descubrió que un rasgo, la seguridad psicológica, se destacaba y era compartido por sus equipos más exitosos.

Evitar en la empresa el miedo al fracaso, el temor a parecer incompetente o la preocupación por hacer preguntas percibidas como inapropiadas confiere a los equipos la seguridad que les hace falta para dar lo mejor de sí mismos.

Esta empresa tecnológica ha sabido lograrlo. En Google todos los empleados pueden correr riesgos, expresar sus opiniones y hacer preguntas. Su cultura facilita que los gerentes brinden protección a la creatividad y creen zonas seguras para que los empleados puedan bajar la guardia y dejarse llevar por sus instintos innovadores. Eso es la seguridad psicológica y son los equipos con entornos psicológicamente más seguros quienes, no solo pueden alcanzar el éxito a través del moonshot thinking; sino que también se aseguran plantillas más leales y comprometidas, profesionales más diversos, proactivos e innovadores.

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