La estrecha relación entre la psicología y el derecho
¿Te gustaría estudiar psicología jurídica? Es una de las mejores alternativas para certificar tu futuro profesional. Sin embargo, quizá necesites conocer mejor sus características y sus áreas de aplicación antes de tomar una decisión final al respecto.
¿Qué es la psicología jurídica?
Es importante que partamos de la base del propio nombre de esta disciplina. Por psicología entendemos el estudio de la mente, de la conducta y de la cognición. Su aplicación es bastante amplia gracias a distintas áreas que forman parte de ella, como la justicia o el derecho. Por lo tanto, podemos resumir que se trata de la suma de tres aspectos esenciales:
- La psicología como el análisis de la mente humana y del funcionamiento del cerebro de una persona. Es en este punto donde reside la toma de decisiones y el tipo de actos que realizamos.
- La cognición humana. Se encarga de analizar la percepción de lo que sucede, la atención, los recuerdos y la manera de captar e interpretar la información que nos rodea.
- La conducta. Dependiendo del entorno, la cognición nos permite interpretar qué sucede y reaccionar de una forma concreta.
Su aplicación en el derecho y en la justicia
Es este uso el que completa todo lo anterior. El término jurídico implica una relación directa con las leyes y cualquier procedimiento judicial. No es recomendable olvidar que:
- El derecho y la psicología pertenecen a la rama de las ciencias humanas y sociales.
- La psicología jurídica tiene como objetivo determinar cómo se comportó una persona en un momento concreto. El derecho se encargará de aclarar si la actuación fue motivo de delito.
Es decir, al estudiar esta rama de la psicología se compartirán conocimientos de ambas disciplinas confirmando así la relación entre ambas.
¿Cuál es la función de un psicólogo jurídico?
Una vez que superes tus estudios serás psicólogo/a jurídico, pero ¿cuáles van a ser tus funciones exactamente? Te adelantamos que son múltiples y que todas implican una responsabilidad concreta en el proceso judicial en el que participes.
Diagnóstico y evaluación de los actores jurídicos
Tendrás que analizar cómo se comportan los abogados, los jueces, los fiscales, las víctimas y los delincuentes, entre otros. Si eliges, por ejemplo, trabajar en instituciones penitenciarias, tu trabajo consistirá en comprobar el estado psicológico de los internos.
Asesorar a los órganos judiciales
Cuando se detiene a un sospechoso de haber cometido un delito, es frecuente que su defensa alegue motivos como la enajenación mental transitoria o alguna dolencia psiquiátrica. Es la labor del psicólogo certificar este tipo de situaciones o, en su defecto, aclarar si se trata de una estrategia legal. Lo habitual es que se realice un estudio completo del criminal para determinar su culpabilidad o inocencia.
La prevención
El principal objetivo del ingreso en prisión de una persona no es solo la privación de su libertad. También se trata de una alternativa que permita su reinserción social. Durante su estancia en la cárcel, el psicólogo jurídico se encarga de crear programas personalizados que facilitan la consecución de la meta anterior.
La formación
Hablábamos anteriormente de la relación entre el derecho y la psicología. Cuando estudies psicología jurídica, recibirás clases de abogados, jueces, policías o fiscales. Su experiencia como actores jurídicos es imprescindible para que pases de la teoría a la práctica. También tú en el futuro podrás hacer lo mismo con los que estén formándose para desarrollar las profesiones comentadas.
La información
Se recomienda la puesta en marcha de campañas formativas referentes a la criminalidad para que la sociedad conozca más sobre ello. Dar a conocer las consecuencias de los delitos que puedan cometerse es el primer paso para evitarlos.
La realización de estudios personalizados
Parten de la investigación de los aspectos estudiados para llegar a las conclusiones más adecuadas para el caso. Emplean el método científico para mantener la objetividad y la fiabilidad.
La mediación
Cuando hay un conflicto, se recomienda encontrar una solución eficaz, pero desde un punto de vista psicológico. El objetivo es encontrar soluciones adecuadas para que las partes implicadas queden satisfechas.
Así, la psicología jurídica te permite ejercer el magisterio, dedicarte a la comunicación e incluso a la política.
Las áreas complementarias de la psicología jurídica
Es importante que tengas en cuenta que, como psicólogo jurídico, tu labor será inestimable para otras áreas de vital importancia para la resolución de algunos casos. Nos referimos a las siguientes.
Psicología forense
Como psicólogo, te encargarás de realizar informes y de testificar en juicios confirmando tus conclusiones. Así, tendrás que realizar trabajos para tribunales como el de menores, el familiar y los relativos al derecho civil, penal, laboral o administrativo.
Psicología penitenciaria
Cualquier persona detenida como presunta autora de un delito puede necesitar asistencia psicológica. Lo mismo sucede con cualquier interno/a en un centro penitenciario.
Psicología policial
Es importante destacar que esta área se complementa en dos direcciones distintas:
- La evaluación psicológica de los candidatos a policía. Es posible participar en su formación y realizar las pruebas pertinentes para concretar su aptitud.
- El análisis psicológico de los delincuentes. Cualquier persona detenida puede someterse a una serie de preguntas que ayudan a conocer mejor lo ocurrido.
Asistencia a las víctimas
Cada vez es más importante ofrecer el mejor apoyo posible a las víctimas de malos tratos, abusos sexuales o delitos relacionados.
Tras repasar las distintas aplicaciones, es lógico deducir que un profesional necesita conocer todo lo relativo a:
- El derecho penitenciario en lo que respecta a los distintos regímenes penitenciarios y a las propuestas de actividades que puedan realizarse.
- El derecho de familia y todo lo relacionado con los delitos que puedan suceder en el hogar.
- El sistema judicial en general.
- Los derechos del menor. La labor con los menores de edad es, posiblemente, una de las mejor valoradas por parte de quien recibe esta atención psicológica.
- La evaluación psicológica forense. Ayuda a conocer los detalles de qué pudo pensar la persona juzgada antes de realizar el crimen que se le imputa.
La psicología jurídica en España
La historia de la psicología jurídica en nuestro país va de la mano de los distintos sucesos ocurridos a partir de 1936. Previamente, la disciplina se había convertido en una de las más útiles para ayudar a resolver distintos casos. Tras la Guerra Civil, no fue hasta 1940 cuando comenzó un nuevo proceso destinado a demostrar su utilidad. Desgraciadamente, los sistemas jurídicos europeos no parecían estar por la labor de contar con informes psicológicos para decidir quién era culpable de un delito.
Fue a partir de 1955 cuando se institucionalizaron los estudios de criminología. En 1962, en el caso de Jenkins contra Estados Unidos, fue cuando la psicología forense comenzó a ser aprobada por un tribunal de justicia. Esta decisión sirvió para ir abriendo otras escuelas de criminología por el país. El primer departamento de psicología jurídica como apoyo a los presos se creó en la Ciudad Condal en 1971.
La reforma de la ley de prisiones por parte de Adolfo Suárez en 1979 provocó, ya en 1980, que la psicología jurídica se convirtiera en una herramienta frecuente en cualquier procedimiento judicial.
Ya en el siglo XXI, el análisis de la mente de los presuntos culpables se considera una prueba irrefutable de su posible inocencia o culpabilidad. Es muy habitual comprobar cómo es posible desmontar la teoría de la defensa de un delincuente gracias a datos concretos obtenidos a través de una prueba psicológica.
La progresión de esta disciplina, y su apoyo directo a otras de vital importancia, se ha convertido en uno de los pilares de la evolución del sistema judicial español. Múltiples son los casos en los que se ha confirmado la culpabilidad y la alevosía de un delincuente tras las pruebas realizadas por el psicólogo jurídico.
Al mismo tiempo, la labor en las prisiones es de enorme utilidad para hacer reflexionar a los que han cometido algún delito. Prepararles para su nueva vida, comprobar cuáles son sus cualidades e invitarles a que aprovechen su tiempo en la cárcel para cambiar de rumbo son opciones de enorme interés.
¿Te decides a especializarte en la materia?
Si buscas un futuro laboral y desarrollar tu talento en una profesión pensada para ayudar a otras personas, esta es una buena opción. De tener alguna duda, te recomendamos que leas nuestro artículo “Estudiar psicología: 7 cosas sobre la carrera y por qué matricularte”. A buen seguro, no tardarás en tomar una decisión concreta sobre convertirte en un profesional del sector de la salud.
Es importante mencionar que los últimos datos confirman que un 33 % de estudiantes quiere estudiar psicología. Para evitar ser uno más, es conveniente que te especialices en otra materia logrando así diferenciarte y encontrar un puesto de trabajo a tu medida.
Para estudiar esta variante, debes tener en cuenta la oferta disponible. Confía exclusivamente en una que te permita completar tus estudios de psicología de forma sencilla. Contacta con nosotros para conocer mejor lo que te ofrecemos y cómo sacarle el máximo partido posible a tu especialización en psicología jurídica. Te invitamos a repasar nuestros programas formativos y a matricularte en el que mejor encaje con tus necesidades.