Salidas profesionales de la biotecnología: la clave para el futuro de la humanidad
El paso de las décadas ha propiciado el surgimiento de nuevos campos de investigación. Como resultado, se han abierto líneas de estudio que permiten avanzar en el conocimiento del ser humano. Una de ellas consiste en la combinación de la biología con los avances tecnológicos. A continuación, daremos a conocer las salidas profesionales de la biotecnología.
Las salidas profesionales de la biotecnología en España
La biotecnología, vista desde el punto de vista profesional, es un sector que está en continuo auge. En el año de la pandemia, las empresas de este ámbito presentaron un volumen de negocio de 7000 millones de euros. Además, crearon casi 100 000 puestos de trabajo, según un informe reciente de AseBio (Asociación Española de Bioempresas).
Todo lo anterior nos permite conocer el impacto que este campo de estudio está teniendo en la sociedad. Como consecuencia, cada vez hay más aplicaciones en la educación, la industria, la alimentación o la medicina. Pero ¿cuáles son las principales salidas profesionales de la biotecnología en España?
Máster Universitario en Bioinformática
Salud: de la genética a la farmacología
La biología médica es una de las denominadas «profesiones del futuro», no porque acabe de surgir, sino por el prometedor panorama que presenta. Desde hace décadas, los nuevos avances se han incorporado al tratamiento, detección y curación de enfermedades y condiciones de todo tipo.
Más concretamente, la disciplina que nos ocupa ha aportado la ingeniería celular, las vacunas, el diagnóstico molecular, las bioimágenes o la ingeniería tisular. Incluso la identificación de variantes o cepas de enfermedades es, en parte, responsabilidad de esta ciencia puntera.
Otro de los ámbitos que está marcando un mayor futuro es el de la medicina personalizada. Durante los últimos años, se ha incrementado la demanda de biotecnólogos para aplicar fármacos y tratamientos adaptados al paciente. Esto permitiría minimizar los efectos secundarios y aumentar la eficacia y precisión.
La biofarmacología, por su parte, está considerada como una ciencia emergente que busca optimizar la eficacia de los fármacos mediante dos aspectos clave:
- Farmacodinamia. Estudio del impacto que genera un medicamento en el organismo.
- Farmacocinética. Análisis de los procesos que sufre un fármaco al pasar por el cuerpo.
Podemos ver en el grado en biotecnología salidas profesionales muy amplias dentro de la farmacéutica. La clave está en disminuir los efectos secundarios de ciertos grupos de medicamentos. El foco está puesto, por ejemplo, en las benzodiazepinas, habitualmente prescritas en ansiolíticos o antidepresivos.
Alimentación: hacia la nutrición del futuro
De acuerdo con la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura) la humanidad está atravesando distintos desafíos. Las pandemias, la necesidad de una mayor sostenibilidad y el cambio climático están afectando a nuestra nutrición. Y con el paso de los años, el impacto será cada vez más drástico.
La biotecnología alimentaria pretende dar una respuesta sólida, eficaz y prolongada en el tiempo a esos problemas. Con este fin, se está innovando en la modificación de sistemas biológicos para generar alimentos. Esto permitiría mitigar el hambre en el mundo, con la gran esperanza de desarrollar agua potable.
El Servicio Internacional de Adquisición de Aplicaciones de Agrobiotecnología arroja datos esperanzadores en nuestro país. Según su informe, en España se destinan más de 130 000 hectáreas al cultivo de transgénicos. Estas cifras muestran, sin duda, una nueva salida profesional en nuestro país.
Ciertas empresas de alimentación y agricultura proporcionan a la biotecnología salidas profesionales muy atractivas. El objetivo es producir en suelos menos fértiles mediante organismos genéticamente modificados, especialmente, el maíz. Esto permitiría llevar la agricultura a zonas menos desarrolladas, como las de África o el sudeste de Asia.
Medioambiente: hacia la plena sostenibilidad
En medio de la denominada emergencia climática (declarada oficialmente en varios países, como el nuestro), la biotecnología surge como una solución. Durante las últimas Conferencias del Clima de Naciones Unidas, esta ciencia ha adquirido un papel cada vez más protagonista. En el futuro, todo apunta a que seguirá siendo así.
Los países se han marcado una serie de objetivos para alcanzar la verdadera sostenibilidad. Para ello, la aplicación de la biología y las nuevas tecnologías ha dado lugar a métodos novedosos:
- Generación de organismos vivos para absorber los contaminantes de los entornos acuáticos (biorremediación)
- Descontaminación de suelos y entornos naturales a nivel microscópico mediante hongos (microrremediación).
- Modificación de las plantas para que absorban más productos contaminantes del subsuelo (fitorremediación).
En realidad, estas son solo tres aplicaciones de lo que se conoce como biotecnología ambiental. Prueba de su importancia para la sociedad es su incorporación en la Estrategia de Gestión de la Sostenibilidad. Como parte de este proyecto, también se está innovando en la extracción de metales pesados en el agua o la creación de biorreactores.
Las compañías de energías renovables están en plena fase de expansión debido a la crisis energética. En este sentido, lo que buscan son profesionales en biotecnología que sepan cómo explorar las oportunidades que ofrece la biomasa. Esta pretende ser una alternativa a otros medios renovables que ya están consolidándose.
Bioinformática: la plena incorporación de la tecnología
Una de las grandes ambiciones de la ciencia ha sido explorar en el conocimiento del AND. Para ello, obviamente, es necesario disponer de plataformas y soportes que permitan su recopilación, manipulación y análisis. Precisamente, la bioinformática se encarga de generar softwares de información biológica.
En este sentido, una de las aplicaciones más atractivas de esta ciencia es la creación de bases de datos biológicas. En estas, puede almacenarse información relativa a las secuencias de ADN, los péptidos o las cadenas de aminoácidos. Posteriormente, se pueden clasificar y procesar según sus perfiles para innovar en nuevas soluciones que tengan utilidad práctica.
Todo lo anterior permitiría optimizar el desarrollo de la biotecnología médica (la que comentábamos al principio). De este modo, se conseguiría elaborar tratamientos personalizados con base en datos clínicos moleculares. Una de las principales puertas para acceder a esta especialidad es el Máster en Bioinformática, que combina todo lo que hemos visto desde una perspectiva práctica.
Ingeniería biomédica: antimateria y diseño de softwares
Esta disciplina está directamente relacionada con la biología médica, dado que es una rama más. Es un compendio de las matemáticas, la electrónica, la física, la programación y las ciencias de la información aplicado a la medicina humana desde el punto de vista de la biología.
Sus aplicaciones más importantes están relacionadas con la fabricación de equipos electrónicos y de diagnóstico por imagen. Lo mismo sucede con el procesamiento de órganos para su posterior trasplante o el diseño de softwares para aplicaciones de bioinformática médica. Metodologías que se pueden aprender en un máster de Ingeniería Biomédica.
Recientemente, se está innovando en la utilidad de la antimateria como terapia para diversas enfermedades. En este sentido, los positrones son ya empleados para efectuar tomografías, pero se podría ampliar su versatilidad. Sin embargo, el gran reto pendiente de la biotecnología es la generación de antimateria con fines médicos.
Por otro lado, las instituciones públicas y privadas en materia de salud buscan especialistas que sepan afrontar los nuevos desafíos. Entre ellos, las oportunidades que la simulación numérica y mediante ordenador puede proporcionar.
Bioética: la base para un avance eficaz
Podríamos decir que esta disciplina es fundamental para todas las anteriores. Los avances de la ciencia adquieren un cierto cariz polémico cuando se mezclan con la biología. Para evitarlo, la bioética supervisa y establece modelos de comportamiento que permitan mantener siempre una conducta íntegra y respetuosa.
Desde su nacimiento en el siglo XX, la bioética no ha parado de expandirse. Hoy en día, la demanda de profesionales especializados con un Máster en Bioética ha aumentado considerablemente. Esto se debe, básicamente, a que las empresas necesitan personas que se encarguen de garantizar que su actividad puntera respeta los cuatro principios básicos:
- Autonomía. Lo que impide la experimentación con seres humanos.
- Justicia. Evitar desigualdades en el acceso a los avances biotecnológicos.
- Beneficencia. Incrementar el impacto positivo y minimizar los daños.
- No maleficencia. Nunca actuar negativamente de forma deliberada.
Con esta especialidad, es posible trabajar como asesor en centros públicos y privados. De este modo, se supervisan los proyectos, metodologías y resultados para conocer si se ha empleado un enfoque ético. Estos informes, posteriormente, son derivados al Ministerio de Ciencia e Innovación y a la Unión Europea.
En definitiva, las salidas profesionales de la biotecnología son muy numerosas. El futuro demostrará cómo esta especialidad ha sido cada vez más demandada en empresas de todo tipo. Sin duda, la innovación requerirá siempre una aplicación humana y una base ética. Por lo tanto, esta disciplina está en camino de consolidarse definitivamente y experimentar un auge para el que es necesario estar debidamente formado. En la Universidad Internacional de Valencia, preparamos a las nuevas generaciones para un futuro que ya se está haciendo patente. ¡Conoce nuestras titulaciones!