Tecnologías que han cambiado el día a día de la especialidad enfermería medico quirúrgica.
Un profesional de la especialidad enfermería médico quirúrgica que peine canas te dirá que ya nada es como antes, aunque esa frase seguramente no la diga con aires de nostalgia o recriminación. Al menos si se habla de adelantos tecnológicos. Las últimas décadas del siglo XX y lo poco que llevamos del XXI han supuesto una revolución tecnológica de la que la enfermería se ha visto particularmente beneficiada.
Hay adelantos que hoy parecen normales, cotidianos, pero que en realidad han cambiado el día a día de los profesionales de la especialidad enfermería médico quirúrgica. En este artículo te hablamos de esos cambios tecnológicos, pero primero, conozcamos mejor a la gran beneficiaria de estos adelantos, la especialidad enfermería médico quirúrgica.
¿Qué es la especialidad enfermería medico quirúrgica?
La especialidad enfermería médico quirúrgica es uno de los siete campos de especialización de los enfermeros. Los profesionales de esta área se encargan de proveer de cuidados altamente especializados a personas que pasan por procesos patológicos que demanden un diagnóstico y/o tratamiento médico. Generalmente las personas objeto de la atención de un/a enfermero/a médico quirúrgico se encuentran en un hospital o en un centro médico especializado.
Adelantos tecnológicos que han cambiado el día a día de los enfermeros médico quirúrgicos
Esfigmomanómetros digitales
Cuando el tensiómetro no era digital, había que tener un oído bien entrenado para escuchar lo que nos interesaba y en muchas ocasiones, repetir la operación dos veces, hasta determinar la tensión arterial del enfermo. Y para determinar la frecuencia cardiaca también había que emplear una buena dosis de concentración. Hoy la tecnología permite que los resultados se presenten en una pantalla y de forma más precisa.
Termómetro digital
Un cambio semejante al anterior, una tecnología aparentemente sencilla pero que implica mucho en la mejora de las actividades del día a día ¿Alguien recuerda los enérgicos movimientos de la mano para calibrar los termómetros de mercurio? ¿Y la alarma de algunos cuando se rompían y se derramaba su contenido? ¿Los tiempos de espera? No sin cierta polémica, los termómetros digitales han venido a barrer de un plumazo con todos esos inconvenientes.
Registros electrónicos de información
Qué normal nos parece ahora que la información sobre un paciente esté centralizada y al alcance de un clic. Esto disminuye la posibilidad de errores, evita al paciente tener que repetir lo mismo una y otra vez y permite ver la evolución de la persona, entre otras muchas ventajas. Antes, los historiales clínicos en papel limitaban el conocimiento sobre el paciente y en no pocas ocasiones se extraviaban.
Bombas de infusión
Cuando se hacía a la vieja usanza, administrar soluciones parenterales demandaba un tiempo excesivo de la atención de una enfermera médico quirúrgica, que debía velar porque el flujo se mantuviera constante. Las bombas de infusión actuales permiten programar ese proceso y administrar la medicación de forma controlada.
Portabilidad
Los equipos tienden a la portabilidad, a hacerse más pequeños, ofrecer más prestaciones y transportarse fácilmente. Desde un electrocardiograma a un desfibrilador, hasta la actual posibilidad de consultar el historial clínico de los pacientes desde el móvil en muchos centros privados.