Todo sobre la interpretación simultánea y la profesión de traductor e intérprete
¿Qué es la interpretación simultánea? ¿Qué profesionales son los encargados de llevarla a cabo? Estas son cuestiones que se plantean con frecuencia al tratar esta disciplina. Para que tengas un conocimiento a fondo de ella, hemos elaborado este texto, que reúne la información clave al respecto.
¿Qué es la interpretación en el lenguaje?
La interpretación del lenguaje o simultánea es un proceso oral. Se basa en la traducción e interpretación del discurso de un orador por un profesional que actúa como mediador lingüístico. El mensaje se transmite desde una lengua A a otra B con un intervalo de varios segundos. Por tanto, en primer lugar, hay un salto idiomático. A ello se une el salto cultural, de información implícita, gestos y emociones.
Aunque la ejecución de esta práctica se desarrolla, generalmente, en tiempo real, no se puede decir que sea simultáneamente en sentido literal. La razón es que siempre ha de existir un desfase de 3 o 4 palabras entre la emisión y la traducción. Este intervalo es necesario para que el profesional de la traducción e interpretación analice, procese y traduzca las ideas lanzadas por el orador.
¿Qué es la interpretación y su importancia?
Una buena forma de entender qué es la interpretación es conocer el trabajo que se realiza en organismos como el Parlamento Europeo o la ONU. En estos lugares se requiere una traducción oral rápida de los intervinientes.
Así, esta labor contribuye a derribar barreras idiomáticas, además de fomentar la diversidad cultural y la cooperación internacional.
Su importancia en un mundo globalizado es clave. La comunicación es un factor indispensable para el éxito, entre otros eventos, de:
- Foros internacionales.
- Congresos con presencia de expertos de diferentes países.
- Reuniones entre empresas internacionales.
- Eventos diplomáticos.
Una de las razones por las que este trabajo resulta tan gratificante es por la contribución que puede hacer a la compresión entre distintas partes. Así, puede ayudar a mejorar las relaciones entre países, a cerrar tratos entre empresas o a acercar posturas entre grupos culturalmente diferentes.
¿Cuál es la interpretación del mensaje?
Interpretar un mensaje va mucho más allá de traducirlo palabra por palabra. Es entender su intencionalidad, su contexto social y cultural y su tono. Un ejemplo de ello es captar la ironía en un discurso. Si se entiende en sentido literal, puede significar lo opuesto a lo que se quiere trasladar.
Requiere escoger las palabras precisas para que el receptor entienda todas las sutilezas del orador. Otro ejemplo es la traducción de frases hechas, refranes o modismos. En muchos casos, no se puede deducir su significado tan solo traduciendo las palabras que los forman. Por tanto, hay que escoger expresiones parecidas en el idioma al que se traducen, con el mismo sentido aunque tengan palabras diferentes.
¿Dónde radica la dificultad de esta disciplina?
Esta labor consigue derribar la barrera lingüística, algo que resulta necesario en gran cantidad de ocasiones. Entre ellas, hay eventos como conferencias, clases, intervenciones políticas y parlamentarias o ponencias internacionales. No obstante, reviste una enorme dificultad, entre otras, por los siguientes requisitos:
- Entender a la perfección el idioma del orador.
- Comprender su registro al hablar.
- Interpretar su tono, gestos y emociones al hablar.
- Realizar todo el proceso cognitivo necesario de una manera rápida y ágil.
Para superar con éxito esta tarea, que es altamente exigente, se requieren una serie de apoyos, de los que podemos destacar:
- Normalmente, es un trabajo que se realiza en equipos de dos personas. Lo más habitual es que se releven cada 30 minutos.
- Se usa tecnología específica, como cabinas insonorizadas, micrófonos o consolas de sonido.
- Los oyentes pueden escuchar gracias a unos audífonos conectados a receptores inalámbricos. A veces, en estos se pueden seleccionar varios idiomas de traducción.
¿Cuáles son los 3 tipos de interpretación?
Existen tres tipos de interpretación principales:
- Simultánea. Es la que se produce con un desfase de unos segundos con respecto al discurso hablado. Es decir, es casi en tiempo real y los intérpretes cuentan con herramientas para realizar su trabajo, como cabinas insonorizadas y auriculares.
- Consecutiva. Se toman notas mientras el orador emite su discurso por segmentos. Cuando este hace paradas, tiene lugar la traducción de esa parte. Esto imprime un ritmo mucho más lento que la opción anterior. Por eso se lleva a cabo en reuniones más informales y reducidas.
- De enlace. Una misma persona traduce la conversación que se va produciendo entre dos personas de distintas lenguas. Es el caso de conversaciones cara a cara o, a menudo, reuniones bilaterales. Un interlocutor A emite un mensaje, que es traducido en ese momento por un intérprete. Entonces, es el turno del interlocutor B y el mismo intérprete traduce lo dicho para que el interlocutor A lo entienda. Este tipo también es conocido como interpretación susurrada o chuchotage, porque el intérprete se coloca detrás del receptor y le susurra la traducción.
¿Qué otros tipos de interpretación existen?
Además de los tres anteriores, hay otros que han sido detallados por la Dirección General de Interpretación de la Unión Europea. Son estos:
- Relé o de relevo. Es un trabajo en cadena en el que un intérprete traduce a otro, que a su vez traduce al orador. Se produce cuando no hay un único profesional capaz de traducir entre los idiomas usados.
- Inversa o retour. Cuando el profesional interpreta una lengua no nativa o que domina de manera bilingüe.
- Pivot. Un intérprete con una lengua minoritaria pasiva es el que actúa como enlace para las demás.
- Cheval o caballo. Un intérprete desarrolla su labor en dos cabinas durante una misma reunión.
¿Cuándo nace la interpretación del lenguaje?
Surge en la primera mitad del siglo XX en un escenario de conflictos entre países que hablaban diferentes idiomas. Eso generó la necesidad de entender a los enlaces militares extranjeros, algo crucial en la Primera Guerra Mundial (1914-1918).
Así nace la práctica del intérprete, que acabaría convirtiéndose en una profesión. De hecho, se convirtió en indispensable en la Conferencia de Paz en París (1919) donde se firmó el Tratado de Versalles y se creó la Sociedad de Naciones.
Sin embargo, habría que esperar a los Procesos de Nuremberg (1945- 1946) para la aparición de la interpretación simultánea. Estos juicios tuvieron lugar al final de la Segunda Guerra Mundial y en ellos participaron los siguientes países:
- Gran Bretaña.
- Francia.
- La Unión Soviética.
- Estados Unidos.
- Alemania.
Para sortear el obstáculo que suponía esa diversidad lingüística y lograr una comunicación fluida, se pensó en la interpretación consecutiva. Sin embargo, finalmente se optó por la simultánea debido a la presencia de 4 idiomas oficiales y las mayores ventajas de esa opción.
¿Qué profesionales desempeñan en la actualidad esta labor?
Los profesionales encargados de este tipo de tareas en la actualidad son, normalmente, personas con titulación de Traducción e Interpretación o similares. Es una profesión no exenta de dificultades, aunque muy gratificante y enriquecedora.
¿Qué características debería reunir quien se dedique a esta profesión?
Estas son las cualidades idóneas que debe poseer:
- Seguridad al tomar decisiones. La velocidad del proceso no permite dilaciones ni reflexiones largas.
- Buena memoria para recordar expresiones, giros lingüísticos, etc.
- Agilidad mental y rapidez en el procesamiento de información.
- Alto grado de comprensión lingüística. La única manera de trasladar bien un mensaje es entenderlo a la perfección.
- Dominio del idioma que se va a traducir. Tiene que comprender matices, registros, tonos, tecnicismos, jergas y dialectos.
- Alto nivel cultural e intercultural y conocimiento profundo de las materias tratadas.
- Capacidad de síntesis para expresar los mensajes en pocas palabras y de forma rápida.
- Imparcialidad y objetividad para trasladar el discurso con la intencionalidad que le ha dado el orador, sin introducir opiniones o matices subjetivos.
- Intuición para captar los estados de ánimo, ambientes o discursos subyacentes.
- Capacidad de reacción y adaptación rápida, al tiempo que serenidad en momentos de tensión.
- Sensibilidad ante las diferencias culturales y diplomacia.
- Voz clara y agradable.
- Capacidad de permanecer en todo momento en un segundo plano. Su labor ha de ser facilitadora e instrumental, aunque él o ella como personas han de pasar desapercibidos.
- Respeto al principio de confidencialidad
¿Qué salidas tiene la profesión de traducción e interpretación?
Algunos de los lugares donde los intérpretes son llamados a menudo para trabajar son:
- Organismos internacionales y nacionales.
- Congresos y conferencias.
- Empresas multinacionales.
- Entidades bancarias.
- Agencias turísticas.
- Equipos de documentación.
- Editoriales.
- Centros de idiomas.
- Medios de comunicación.
- Equipos de doblaje y subtitulado.
Dicho eso, un intérprete es mucho más que alguien con dominio de idiomas. Es necesario conocer varios a la perfección y, al menos uno de ellos, saber interpretarlo en clave tanto lingüística como cultural.
Dedicarse a esto requiere una constante actualización de conocimientos, largas horas de estudio y una serie de habilidades específicas. Son necesarias capacidades de reacción, de síntesis y de cambios de registro en las lenguas de trabajo, además de seguridad en la toma de decisiones.
Por tanto, la interpretación simultánea es una disciplina que requiere una gran formación y cualificación. Es una profesión muy gratificante y que contribuye a la cooperación y colaboración internacional, pero también exige mucha memoria, capacidad de concentración y agilidad mental.