Trastornos del aprendizaje: algunos ejemplos

Los trastornos del aprendizaje pueden dificultar, en menor o mayor medida, no solo el proceso de aprendizaje, sino también el de enseñanza. Es importante prestarles atención en el momento adecuado para que sus efectos no generen un efecto "bola de nieve" que repercuta negativamente en toda el aula.

En este post veremos qué son exactamente los trastornos del aprendizaje y, acto seguido, algunos ejemplos de los más habituales.

Trastornos del aprendizaje: ¿qué son?

Entendemos por trastornos del aprendizaje todas las dificultades que presenta una persona para la adquisición de conocimientos y su aplicación práctica en la resolución de problemas, siempre y cuando sea inherentes a su neurobiología y no a aspectos puntuales de momentos determinados.

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Es importante no confundir los trastornos del aprendizaje con las dificultades en el aprendizaje que presentan muchos alumnos. Veámoslo con un ejemplo:

• Uno de los casos más habituales  de dificultades en el aprendizaje lo encontramos en las materias relacionadas con las matemáticas. Las matemáticas son una disciplina que emplea un elevado nivel de abstracción que muchos niños y adolescentes no son capaces de comprender o de interiorizar por falta de práctica en este ámbito. Sin embargo, esto no es un trastorno del aprendizaje, sino una dificultad provocada por una falta de comprensión o de abstracción propia de la edad o de la situación. Las explicaciones claras y concretas de un buen educador pueden contrarrestar fácilmente este tipo de problemas.
• No ocurre lo mismo con los trastornos del aprendizaje. En este caso hablaríamos de una serie de problemas cognitivos persistentes que dificultan el aprendizaje a pesar de que el individuo posea unos recursos mentales suficientes y de que el sistema de enseñanza que emplea el educador sea adecuado. Suelen afectar a una manifestación determinada del aprendizaje más que a una materia específica y es habitual ver estos trastornos acompañados de problemas relacionados con los estados de ánimo y los comportamientos.

Por lo tanto, si un educador percibe que uno o varios de sus alumnos tienen dificultades en el aprendizaje de una determinada lección o materia, antes de atribuirles un trastorno del aprendizaje debe poner en marcha una serie de estrategias de enseñanza más personalizadas para el alumno o alumnos en cuestión.

Trastornos del aprendizaje: ejemplos importantes en el aula

Ahora que ya hemos comprendido qué son los trastornos del aprendizaje, veamos algunos de los ejemplos más habituales que se pueden encontrar en el aula:

• Dislexia. Se trata de un trastornos del aprendizaje que dificulta tanto la lectura como la escritura a la persona que la sufre. Se puede detectar a partir de la confusión de letras a la hora de escribir o de leer en voz alta, a partir de la dificultad para pronunciar determinados fonemas, etc.
• Discalculia. En este caso, las dificultades se presentan en el entorno aritmético, por lo que implica problemas para realizar correctamente determinadas operaciones como sumas, restas, multiplicaciones o divisiones.
• TDAH. Son las siglas de Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad. Su base se encuentra en la incapacidad para mantener el foco de atención en los estímulos relevantes y desviarlo hacia otros estímulos no relevantes. Es importante no confundirlo con falta de interés o aburrimiento, algo que manifiestan muchos alumnos con bastante frecuencia si los contenidos que están aprendiendo no son de su gusto o si no les ven una utilidad práctica para el futuro.

Si se detecta alguno de estos trastornos del aprendizaje en el aula, o cualquier otro, y el educador no dispone de conocimientos suficientes para abordarlo, es recomendable que delegue dicha responsabilidad en un profesional de la psicología.

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