Expertos VIU | Dr. Joaquín Mateu: 5 consejos para una buena vuelta a la rutina
Aunque la OMS no recoge a la depresión postvacacional en su manual diagnóstico, prácticamente toda persona que haya vuelto a la rutina después de un largo período de asueto, está familiarizada con aquella sensación de desánimo, ansiedad e incluso desazón que provoca el tener que retomar las obligaciones y compromisos que implica la rutina diaria. De hecho, según datos de un estudio del Grupo de Salud Mental de la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria, hasta un 15% de los adultos y entre un 5-8% de los niños, ven afectado negativamente a su estado anímico como consecuencia del retorno vacacional.
Pero incluso más allá de cifras y reconocimientos oficiales, resulta lógico que el estrés asociado a la vida diaria nos afecte de manera más intensa, después de un período en que hemos podido dejar de lado sus exigencias. Por ello, pedimos a uno de nuestros expertos en salud mental, Dr. Joaquín Mateu, doctor en Psicología Clínica y director del Máster Oficial en Gerontología y ACP, que nos diera algunos consejos para aliviar este malestar, superar con éxito septiembre y encarar con renovados ánimos la recta final del año.
Con este fin, el Dr. Mateu ha elaborado un listado con cinco consejos fáciles de seguir:
- Promover una actitud positiva. Es fundamental evitar la anticipación pesimista, ya que esta alimenta la tristeza y ansiedad, dos de los sentimientos más característicos de este momento. En cambio, debemos intentar volver a la rutina de forma paulatina, preparándonos con dos o tres días de anticipación a nivel mental y físico (rutinas de sueño, alimentación, etc.). Es importante buscar la motivación en la vuelta al trabajo o las clases, cambiando el foco de percibirlo como el fin de una etapa, por el de valorar las oportunidades que se presentan ante nosotros con este nuevo ciclo que comienza.
- Evitar la sobrecarga de trabajo los primeros días. Aunque es importante enfrentar la vuelta a la rutina con previsión, los primeros días debemos tener cuidado en no tratar de abarcar todo el trabajo acumulado durante las vacaciones. En lugar de esto, es aconsejable planificar y estimar el tiempo necesario para resolver todos los pendientes. Para ello, ayuda entenderlo como un gran objetivo que iremos dividiendo en otros más pequeños, de manera que podamos ir solucionándolos poco a poco mientras mantenemos la motivación. Así lograremos recuperar el equilibrio y amortiguaremos al máximo el impacto del estrés sobre nuestra salud y bienestar.
- Potenciar el liderazgo saludable en uno mismo. Una modificación en las rutinas del día a día supone cambios en la manera en que nos lideramos a nosotros mismos. Un ejemplo muy frecuente lo hallamos en las horas de sueño. Aunque es completamente normal que durante el verano aumentemos el ocio nocturno y eso implique que descansemos menos, con la vuelta a la rutina es importante retomar los prácticas habituales e intentar dormir las horas que nuestro cuerpo necesite. Eso sí, no deberíamos imponernos la obligación de dormir de forma inflexible, porque solo conseguiremos que nos cueste todavía más. Es preferible tratar de acostarnos cada día un poco más temprano, hasta que finalmente recuperemos el horario que teníamos antes de las vacaciones. Los problemas para conciliar el sueño son comunes en estos momentos de transición, por lo que debemos entenderlos como algo totalmente normal que acabará por resolverse en pocos días. La cuestión es tener paciencia y no agobiarse demasiado.
- Fomentar la desconexión en el día a día. La fatiga es un estado que condiciona seriamente la salud física-mental, además de la productividad. Por ello es fundamental descansar periódicamente la vista si usamos pantallas, hablar con nuestros compañeros y no responder ningún correo fuera del horario laboral. Así minimizaremos el riesgo de padecer burnout, uno de los síndromes por estrés más comunes en el contexto del trabajo. Es importante tener presente siempre que todos los trabajadores tenemos derecho a la desconexión digital, pues a través de ella fomentamos un correcto autocuidado y una armonización de los tiempos dedicados al trabajo y a la vida personal. Valorar nuestro tiempo y encontrar los momentos necesarios para el esparcimiento es totalmente indispensable.
- Afrontar nuevos retos. Es de gran ayuda esforzarse por percibir la vuelta de vacaciones no solo como el retorno a la rutina, sino también como el inicio de una etapa de nuevas oportunidades. En este sentido, resulta saludable mantener aficiones que iniciamos o retomamos durante las vacaciones, o encontrar nuevos desafíos físicos o intelectuales, como practicar un deporte, aprender una habilidad o cualquier cosa que nos motive y haga que afrontemos esta vuelta a la ‘normalidad’ más alegre.
Finalmente, el Dr. Mateu incide en que nunca debemos perder de vista que el ‘síndrome postvacacional’ es pasajero y que no debemos agobiarnos ni darle excesiva importancia, aunque durante los primeros días todo se haga cuesta arriba. Debemos tener en cuenta siempre que es perfectamente normal que, durante las vacaciones, nuestro organismo se acostumbre a otros hábitos y horarios, y frente a esto no debemos intentar forzarlo a volver las costumbres habituales. En vez debemos darnos tiempo y respetar nuestros ritmos naturales a lo largo del proceso de re aclimatación a nuestras rutinas.