Estudiar Psicología Jurídica
Estudiar Psicología Jurídica se ha convertido en una buena alternativa para los psicólogos que quieren intervenir en la compleja labor que implica administrar Justicia. Ayudando a jueces y magistrados a tomar sus decisiones, aportándoles sus especiales conocimientos sobre el comportamiento humano.
¿Qué es la Psicología Jurídica?
Como su nombre indica, estamos ante una vertiente o rama de la Psicología que tiene una especial vinculación con el mundo jurídico. Comprende el estudio, la explicación, la promoción, evaluación y prevención, pero también el asesoramiento y tratamiento, en fenómenos psicológicos que inciden en el comportamiento legal de las personas.
La Psicología Jurídica es relativamente joven en el ordenamiento jurídico español. Se utilizó por primera vez a finales del siglo XIX, con la creación del cuerpo de Facultativos Forenses y la Sección de Medicina Mental y Antropología. Pero habría que esperar a 1932 para que se publicara el primer tratado que versaba específicamente sobre esta disciplina.
En los años 70 del siglo pasado comienza a aplicarse la Psicología Penitenciaria y a raíz de ahí se va dando cada vez más importancia a la Psicología Jurídica y a otras estrechamente vinculadas a ella como la Psicología Policial, la Victimología, o la Psicología de la Delincuencia.
Las funciones del psicólogo jurídico
¿Qué lleva a una persona a cometer un determinado delito? ¿Existe riesgo de reincidencia en el delincuente? ¿Se pueden evitar determinadas conductas? ¿Cómo afecta el delito a la vida y la psicología de la víctima?
A todas estas preguntas intentan dar respuesta quienes han optado por estudiar Psicología Jurídica. Esto pone de relieve el hecho de que el rol del psicólogo especializado en estos temas es complejo, porque sus funciones son muy variadas:
- Evaluar las condiciones psicológicas de los diferentes actores jurídicos. No necesariamente hablamos de criminales y víctimas, también puede ser necesario hacer evaluaciones de este tipo en procesos civiles como el de divorcio.
- Asesoramiento a los órganos judiciales en materias en las que el psicólogo es especialista, y respecto a las cuales el juez o magistrado que está conociendo del proceso no tiene por qué tener conocimientos.
- Diseño y realización de programas de prevención, tratamiento y rehabilitación de los actores jurídicos en el medio penitenciario.
- Entrenar a los profesionales del sistema legal en técnicas psicológicas que les pueden resultar de utilidad en su trabajo.
- Asesorar y elaborar campañas de concienciación para la sociedad en general y para la población de riesgo.
- Estudiar e investigar problemáticas propias de la Psicología Jurídica.
- Contribuir a mejorar la situación de la víctima y su interacción con el sistema legal.
- Actuar como mediador, propiciando soluciones negociadas a conflictos jurídicos.
La Psicología aplicada al ámbito jurídico
Como decíamos antes, los campos del trabajo del psicólogo dentro del área jurídica pueden ser muy amplios.
- Psicología Jurídica y el menor: el especialista puede hacer informes sobre la situación de los menores y sus posibilidades de reeducación, asesorando sobre las medidas que deberían aplicarse y haciendo un seguimiento de las intervenciones.
- Psicología aplicada al Derecho de Familia: en este caso los especialistas se centran básicamente en asesorar sobre las medidas que deberían adoptarse con respecto a los menores en caso de divorcio, pero también dentro de los procesos de acogimiento y adopción.
- Psicología aplicada al Derecho Civil: se encarga se asesorar en cuestiones como el cambio de sexo o la esterilización de personas con deficiencia, también ejerce como mediador en problemas relacionados con contratos y otros aspectos civiles.
- Psicología aplicada al Derecho Laboral: su labor se centra en el asesoramiento a jueces y magistrados cuando hay que valorar las secuelas psicológicas de un accidente laboral, o incluso en supuestos de acoso laboral.
- Psicología aplicada al Derecho Penal: aquí sus competencias son bastante amplias. Puede realizar diagnósticos, evaluar a los implicados, elaborar informes sobre circunstancias que puedan modificar la responsabilidad civil, etc.
- Psicología aplicada al Derecho Contencioso-Administrativo: interviene en la valoración y calificación en los procesos de selección de personal o de ascenso para la Administración.
El psicólogo jurídico como perito
Este especialista puede asesorar tanto a los abogados como a jueces y fiscales, y también actuar como mediador a fin de evitar un proceso judicial que puede ser más perjudicial para los implicados que llegar a un acuerdo por su cuenta.
Pero una de las funciones más importantes que realiza este profesional es la del peritaje. Gracias a sus especiales conocimientos, está capacitado para dejar constancia del impacto que ciertas alteraciones mentales pueden tener en la capacidad cognitiva y volitiva de las personas, lo que influye en la responsabilidad penal de los sujetos. Pero también puede aportar su visión profesional sobre la credibilidad del testimonio de un testigo o de la víctima.
Lo que pasa en la mente de una persona influye de manera directa en su comportamiento. Para un juez o magistrado es especialmente útil saber si la persona que tiene delante, sea víctima o acusado, está diciendo la verdad o miente, pero no dispone de conocimientos específicos para ello.
Un psicólogo tampoco puede determinar con el 100% de certeza si un testimonio es verdadero o falso, pero su formación especializada le permite analizar ciertos parámetros que le ayudan a determinar si la persona que tiene delante está siendo o no sincera. Además, puede evaluar si hay aspectos que pudieron afectar o siguen afectando a la persona y han influido en su comportamiento.
Toda esta información permite a quienes tienen que administrar Justicia hacerlo con mayor conocimiento de lo que ha pasado, más allá de los aspectos jurídicos. De ahí que la figura del Psicólogo Jurídico sea cada vez más importante a nivel social.
Estudiar Psicología Jurídica
Asesorar a los especialistas del mundo jurídico es complejo, lo mismo que tratar con víctimas, con responsables de un delito, o intentar mediar entre personas que tienen un problema. Por eso, es necesario que el psicólogo que desee llevar a cabo esta labor cuente con una formación especializada.
Quienes se forman en esta materia pueden trabajar tanto en instituciones públicas como en instituciones privadas. Por ejemplo, ejerciendo como peritos forenses, trabajando directamente en instituciones penitenciarias o en los equipos técnicos de menores. Pero también en los Servicios de Atención a las Familias y a la Infancia (SEAFIS), o en las Oficinas de Atención a Víctimas y en las clínicas médico-forenses.
Si quieres estudiar Psicología Forense para convertirte en un profesional capacitado para trabajar en temas relacionados con la Justicia, ahora puedes hacerlo con nuestro Máster en Psicología Jurídica.