Growth hacking, cuando las ideas son clave para el crecimiento

Las empresas han experimentado una evolución hacia paradigmas más complejos que los tradicionales. Frente al concepto de «vender, vender y vender», ahora surge uno nuevo basado en «crecer, crecer y crecer». Esta propuesta se define como una estrategia transversal denominada growth hacking. En este artículo analizamos qué es y qué supone para los negocios actuales.

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¿Qué es el growth hacking?

Para entender qué es el growth hacking, hay que considerarlo como un conjunto de estrategias que se pueden abordar desde distintas metodologías. Su objetivo es potenciar el crecimiento interno de la compañía y transmitirlo después en lo externo. Esta reflexión es la que nos aporta el término «growth», ahora bien ¿qué nos dice el de «hacking»? Este es un concepto mucho más amplio:

• Propone la creatividad como base para buscar nuevas soluciones.
• Supone un modo de posicionar a la innovación como punto neurálgico.
• Defiende la idea de romper con las concepciones más arcaicas.

Teniendo en cuenta todo lo anterior, esta propuesta se basa en convertir a una entidad una «máquina de crecimiento». Para conseguirlo, todos los actores implicados, es decir, trabajadores, directivos, inversores y clientes, juegan un papel relevante. Esta contribución es posible proporcionarla mediante lanzamientos de campañas o aportaciones usando el método científico.

Pero, ¿para qué sirve ese crecimiento que se plantea? Como es lógico, la empresa necesita aumentar su volumen de ingresos y su productividad. Eso sí, no puede hacerlo de cualquier forma, sino con la máxima incorporación de métricas y disciplinas para rentabilizar la inversión y reducirla al mínimo necesario.

Otro de los principios fundamentales es el poder de las decisiones, que deben formar parte de un ecosistema coherente. Por lo general, se posicionan en el centro de la acción comercial y se les confiere un valor ético y técnico muy elevado. Es decir, deben estar en línea con lo que persigue la compañía y, sobre todo, con lo que defiende.

La figura del growth hacker

Queda claro que este conjunto de estrategias busca revalorizar y dar un nuevo cariz a los productos y servicios. Pero,, ¿quién se hace cargo de implantarlo? Este es, quizá, uno de los perfiles más técnicos que se necesitan hoy en día si tenemos en cuenta cómo evoluciona el mercado. No en vano, este profesional es el responsable de ciertas funciones transversales:

• Guiar la acción de todas las partes implicadas y orientarla hacia el crecimiento corporativo.
• Proponer soluciones para potenciar la competitividad externa.
• Diseñar productos o servicios que posicionen al negocio frente a los demás.

En el ámbito comercial, existe un debate acerca de la especialización de esta figura. Por un lado, numerosas compañías optan siempre por asignarle las funciones del departamento de marketing. Por otro, existen entidades que apuestan de manera exclusiva por las destrezas que la persona sepa demostrar. En este sentido, hay tres condiciones que se consideran imprescindibles:

• Poseer capacidad analítica y estar en constante actualización sobre tendencias.
• Captar las actitudes y aptitudes de la competencia para anticiparse a cambios relevantes.
• Demostrar sentido de la perfección y un criterio propio que sea confiable.

¿Cuáles son sus herramientas de trabajo?

Llegados a este punto, conviene analizar cómo es el trabajo de un profesional de este calado, dado que su responsabilidad para implantar tácticas de crecimiento es decisiva. Para ello, tiene a su disposición numerosas herramientas, que se pueden integrar en un plan de marketing:

• Sistrix. Programa de investigación que ayuda a optimizar el posicionamiento a través del análisis de keywords.
• Import.io. Extrae datos de páginas web para conocer información referencial sobre la competencia o entidades clave.
• Hootsuite. Gestiona redes sociales por medio de sistemas analíticos y campañas especializadas.
• Mailchimp. Diseña campañas por correo electrónico para visibilizar el negocio e impulsar el nicho de mercado.
• Hotjar. Recopila datos sobre visitas a la web y tendencias para presentarlos de una manera intuitiva.

El mercado actual, por tanto, obliga a dominar un amplio rango de softwares. En este contexto, nuestro Máster en Marketing Digital proporciona la formación precisa para adelantarse a las nuevas propuestas metodológicas.

¿Qué ventajas supone?

La realidad demuestra que el growth hacking en el marketing es una cuestión prioritaria, ya que cada vez son más las empresas que potencian su competitividad hasta niveles insospechados en el sector. Por consiguiente, es más urgente que nunca avanzar en la búsqueda de soluciones disruptivas y apostar por otros tipos de marketing.

Es un motor de crecimiento e innovación

Un conjunto de estrategias encaminadas hacia el desarrollo ayuda a posicionar la corporación. En ese sentido, la innovación constante es la única forma de que una compañía no caiga en actitudes estáticas y sea superada rápidamente por su competencia. Por tanto, hay que buscar un estímulo clave, como el que estamos abordando.

Proporciona nuevas ideas

El lanzamiento de propuestas es una dinámica que va más allá del brain storming. Esta actividad ha quedado derribada por otras con mayor poder argumental, como el análisis de datos. Hoy en día, se considera que menos es más, por lo que conviene centrarse en la información que realmente sea útil.

Contribuye a crecer de forma rentable

Un crecimiento rentable está en la hoja de ruta de cualquier corporación, aunque no siempre se consigue. El motivo detrás de un fracaso en este sentido es la falta de percepción del entorno. Incluso, funciona más allá del plano digital gracias a la fusión con iniciativas defendidas por el blended marketing.

Cinco estrategias de utilidad

Hemos visto el growth hacking y qué es, pero ahora queda pasar a la práctica. Hay cinco estrategias que se pueden materializar en un negocio. En todo caso, lo importante es que estén supervisadas por un especialista y cuenten con el máximo respaldo de información. De esta manera, se maximizarán las posibilidades de éxito y, por tanto, de crecimiento.

Web scrapping

Esta actividad ha ganado interés en una época en la que los datos juegan un papel determinante, más que nunca. Consiste en rastrear los sitios web de la competencia para conocer su comportamiento y aprovecharse de los casos de éxito demostrados. Como consecuencia, anticiparse a posibles cambios de paradigma o plantear campañas que contribuyan a adelantarles será una realidad.

SEO

El posicionamiento de una web es imprescindible para ganar visibilidad. Hay que captar al cliente digital, un perfil muy rentable, pero que no muestra la misma fidelidad que el convencional. Mediante el análisis de palabras clave y la configuración de la página, se consigue que el motor de búsqueda la ubique en un puesto superior.

Escucha en redes sociales

Es imprescindible saber qué se dice de la empresa y, ante todo, quién lo dice. De este modo, se pueden trazar hábitos del consumidor y conocer sus preocupaciones para, posteriormente, diseñar con mayor facilidad soluciones que sirvan de respuesta. Lo más interesante, en este sentido, es generar una mayor interacción y cercanía con posibles leads.

Test A/B

Cualquier idea de visibilidad debe ser tratada mediante dos variantes para aumentar las probabilidades de éxito. Frecuentemente, se basa en crear dos versiones de un mismo contenido y probarlas con el consumidor. La que tenga un mayor impacto se puede considerar como un precedente de éxito.

Analítica de datos

Esta actividad tiene un carácter transversal, es decir, se nutre de las anteriores. La información extraída con determinadas herramientas, como las que hemos visto, ayuda a tomar decisiones de negocio. Gracias a esta disciplina, es posible hacer realidad el precepto que comentábamos antes. Dicho en otras palabras, elaborar estrategias con base en datos sólidos.

La propuesta de implantación, en cuatro claves

Un aspecto importante del growth hacking y su definición reside en la creatividad: diseñar de manera constante metodologías novedosas, desterrar las que no aportan y mejorar las existentes. Para ello, hay que:

• Pensar qué posición tiene la empresa en el mercado. Es necesario reflexionar acerca del margen de mejora y la relación con el consumidor. Lo mismo sucede con la competencia, que debe ser objeto de análisis con la finalidad de conocer su rendimiento al detalle.
• Conocer cómo de útil es el medio de difusión actual. La autocrítica es fundamental para saber qué está fallando y cómo se puede solventar. Siempre se recomienda tomar posiciones dinámicas y con sentido de la innovación. De lo contrario, la compañía se quedará en el mismo sitio.
• Diseñar sistemas escalables. Cada idea debe demostrar su eficacia frente al consumidor de manera realista y no simulada. De igual modo, conviene sopesar cómo hacer e integrar enfoques novedosos para optimizar las soluciones que se hayan implementado.
• Mejorar las ofertas. Cuando el consumidor conozca el nuevo modelo de negocio y se beneficie, no hay que dejar que se acostumbre. Si lo hace, será imposible fidelizarlo y acabará confiando en otras opciones. Una metodología a considerar en esta línea es la que defiende el marketing de afiliados.

En conclusión, el growth hacking pretende dar una respuesta más adecuada a las necesidades comerciales actuales. Para llevarlo a cabo, el crecimiento empresarial debe abordarse de una forma contemporánea y centrada en el consumidor. Con nuestro Grado en Marketing puedes adelantarte a los nuevos tiempos y mejorar tu perfil profesional. ¡Descubre nuestras titulaciones!