Las salidas profesionales en educación especial
Dentro del universo de la educación, la especialización en educación especial constituye una rama muy particular y necesaria para encauzar correctamente la educación y el aprendizaje de los alumnos y alumnas con Necesidades Educativas Especiales (NEE), tanto en el aula ordinaria como en centros mixtos (donde se combina la escolarización en clases ordinarias con la enseñanza individualizada en clases reducidas) o colegios de educación especial.
Los maestros de educación especial trabajan con niños con discapacidad física, auditiva o visual, o con dificultades emocionales, de comportamiento o de aprendizaje, pudiendo utilizar, en ocasiones, equipos y métodos de enseñanza especiales, como el lenguaje de signos o el Braille.
El enfoque de la educación especial
La educación especial requiere unos enfoques diferentes de las dinámicas de enseñanza-aprendizaje, los cuales implican:
- Enseñar las cosas de manera diferente, como por ejemplo hacer un mayor uso de tarjetas de memoria flash, juegos de memoria, equipo multisensorial, fotos y juegos en línea.
- Adaptar el entorno de aprendizaje y, en ocasiones, las materias y algunos aspectos del currículo y su evaluación.
- Prestar más apoyo personalizado y de apoyo, en ocasiones con material didáctico especial.
Le educación especial es una especialización dentro de los grados de educación infantil y primaria. En estas titulaciones reciben formación teórica y práctica en psicología, psicopedagogía, artes terapéuticas y otras cuestiones, alcanzado las competencias básicas para tratar y educar con eficacia a alumnos o alumnas con diferentes niveles dificultades o trastornos del aprendizaje.
Para ser maestro de educación especial se necesita, además de la obtención del título adecuado. tener las actitudes siguientes:
- Ser agradable, amable, optimista, paciente y tolerante.
- Tener capacidad para animar y motivar a los alumnos.
- Ser capaz de afrontar un trabajo física y emocionalmente muy exigente.
- Tacto, paciencia y tolerancia.
- Buenas aptitudes para la comunicación.
- Poseer una gran capacidad para la organización y la planificación.
- Disciplina, energía y entusiasmo en el trabajo.
- Saber trabajar en equipo con educadores y profesionales de otras disciplinas.
Salidas laborales
Como hemos dicho, los maestros en educación especial pueden ejercer su actividad tanto en centros públicos, como concertados y privados ordinarios, mixtos y de educación especial. Pero las salidas laborales de estos profesionales no terminan aquí, ya que también pueden:
- Formar a otros maestros en materias psicológicas y pedagógicas.
- Trabajar en centros de rehabilitación, hogares de día o de internamiento y centros de repaso.
- Formar parte de gabinetes terapéuticos en escuelas, instituciones mentales, universidades, cárceles e instituciones sociales.
Al existir muchos tipos de necesidades educativas especiales, desde leves y transitorias a muy graves y permanentes, los maestros de educación especial deben adaptarse a cada situación a través de enfoques individualizados en diferentes esferas: trato a los alumnos, comunicación con los padres, metodologías de enseñanza utilizadas, adaptaciones curriculares y formas de evaluación.
Los maestros y profesores de educación especial tienen un gran nivel de responsabilidad a la hora de generar confianza en sus alumnos, adquirir confianza en sí mismos y ganar autonomía e independencia, alcanzar así su pleno potencial. En ocasiones esto implica adaptar los planes de trabajo en el aula convencionales, utilizados en el conjunto de la clase, para que se adapten y concuerden con las necesidades especiales de cada alumno.