Teorías de la motivación en la empresa
¿Conoces la importancia y la aplicación de las teorías de la motivación? Se llama motivación a la energía psíquica, a la determinación o voluntad que nos impulsa a emprender o mantener una acción o conducta. Cuando desaparece, abandonamos ese comportamiento. Su presencia facilita el logro de los objetivos marcados, pues sin ella aparece la inacción o el cambio de intereses.
En el entorno empresarial, es un tema de gran relevancia para las organizaciones modernas. Mantener a los empleados motivados resulta decisivo para alcanzar altos niveles de productividad y satisfacción laborales. Por ello, queremos mostrarte cuáles son y en qué consisten las principales teorías de la motivación y su utilidad en la empresa.
Así, vamos a analizar las ideas de Abraham Maslow, Frederick Herzberg, Vroom y otros autores que han aportado avances teóricos y prácticos en este campo.
Los responsables de descubrir, captar y retener talento en las organizaciones empresariales llevan tiempo estudiando estas teorías motivacionales. Anhelan dar con la clave de esta sensación que nace desde dentro, aunque puede ser estimulada desde el exterior, para preservar la satisfacción, el rendimiento y la implicación del personal en plantilla.
¿Qué es la motivación?
Un buen número de autores describen la motivación como la raíz dinámica del comportamiento. Otros afirman que un motivo es el efecto del descubrimiento de un valor y, cuando se produce, conlleva la predisposición a actuar para alcanzarlo.
En todo caso es el impulso que nos conduce a alcanzar el éxito en diferentes ámbitos de nuestra vida. Se trata de una suerte de motor que nos empuja a perseguir nuestras metas y superar los obstáculos que se presentan en el camino, tanto en el terreno académico o profesional como en el personal.
Sea como sea, cuando una persona se siente motivada no escatima esfuerzos para alcanzar sus objetivos. Este estado favorece su concentración y, a nivel grupal, reduce la probabilidad de que se generen conflictos.
Históricamente, diferentes especialistas de la psicología han ido plasmando sus hallazgos en las llamadas teorías de la motivación. En síntesis, aquellos estudios orientados a aumentar la comprensión acerca de lo que mueve a una persona a trabajar hacia una meta o un resultado en particular.
Si bien es cierto que cada individuo puede salir beneficiado al saber qué le motiva y cómo alcanzar ese estado, individualmente suele ser algo intuitivo y no requiere del respaldo académico. Para las empresas es distinto. En la esfera de los negocios resulta enormemente útil adquirir este conocimiento, accesible mediante el estudio de las teorías de la motivación.
Obtener esta perspectiva permite implementar un cambio de enfoque de liderazgo y comunicación interna con el que potenciar el rendimiento desde la motivación. En realidad, el liderazgo transformacional y la cultura motivacional se encuentran más que conectados.
Dado que todos sabemos que alguien motivado es más productivo y su productividad deriva en rentabilidad, la dirección de empresas y de recursos humanos dispone, en este ámbito, de una atractiva y valiosa fuente de riqueza.
¿Qué tipos de teorías de la motivación existen?
En la actualidad, debes distinguir entre dos grandes bloques de teorías de la motivación:
- Teorías motivacionales referidas al objeto. Atienden a las necesidades del individuo y a sus expectativas, las cuales desea ver satisfechas. Entre las más conocidas figuran la jerarquía de necesidades de Maslow, la motivación de logro de McClelland y la teoría de los dos factores de Herzberg.
- Teorías motivacionales referidas al proceso. Se detienen en encontrar explicaciones a los mecanismos que influyen en el individuo y lo hacen sentir o no motivado. Por ejemplo, la teoría del reforzamiento de Skinner, el establecimiento de objetivos de Locke y los estudios de las expectativas de Vroom.
En puridad, ninguna teoría de la motivación explica todos los aspectos de los motivos o la falta de ellos en las personas, porque cada caso es distinto y varía según infinidad de factores individuales. Con todo, son útiles para desplegar técnicas de motivación.
De hecho, si aspiras a liderar empresas, impulsar proyectos o gestionar equipos, familiarizarte con las teorías de la motivación más influyentes es un magnífico recurso. Tanto si tienes interés en cursar un Grado en Administración de Empresas como un Grado en Recursos Humanos y Relaciones Laborales, reforzará tus propósitos.
Teoría de la Jerarquía de Necesidades de Maslow
La pirámide de las necesidades de Abraham Maslow es ampliamente conocida. Establece que las personas están motivadas por una serie de necesidades que han de quedar satisfechas en un orden específico.
Según Maslow, las necesidades básicas —como la alimentación, el refugio y la seguridad— deben resolverse antes de que las personas busquen satisfacer otras necesidades más elevadas, como la pertenencia, el reconocimiento y la autorrealización.
Esta teoría es relevante en el entorno empresarial, ya que las organizaciones pueden utilizarla para comprender qué motiva a sus empleados y cómo pueden suplir esas necesidades para fomentar su rendimiento y compromiso.
Así, conviene asegurarse de que los empleados tengan un salario justo y condiciones de trabajo seguras (necesidades fisiológicas y de seguridad) antes de enfocarse en actividades de team building o programas de reconocimiento en la organización (necesidades sociales y de reconocimiento).
Además, Maslow destaca que una vez satisfechas las necesidades primarias, como la seguridad o la pertenencia, los individuos buscan satisfacer necesidades más elevadas, como la autorrealización. En consecuencia, las empresas pueden ofrecer oportunidades de desarrollo profesional y crecimiento personal para alimentar la motivación intrínseca de sus empleados.
Teoría de los Dos Factores de Herzberg
Frederick Herzberg fue un reconocido psicólogo especializado en las teorías de la motivación en el entorno empresarial. Su planteamiento se centra en los factores higiénicos y motivadores que influyen en la satisfacción de los empleados:
- Factores higiénicos o extrínsecos. Están relacionados con el entorno laboral. Entre otros, las condiciones físicas del lugar de trabajo, el salario, los beneficios y las políticas de la empresa. Si bien carecen de un impacto directo en la motivación, su ausencia o inadecuación suele redundar en insatisfacción y desmotivación.
- Factores motivadores o intrínsecos. Dependen del contenido del trabajo y de las oportunidades de crecimiento y desarrollo personal. Entre otros, constan el reconocimiento, la responsabilidad, el logro individual y la posibilidad de crecimiento profesional. Según este autor, son los verdaderos impulsores de la motivación laboral.
Su propuesta es clara: para mantener a los empleados motivados, las empresas deben cerciorarse de proporcionar tanto factores higiénicos como motivadores adecuados. La ausencia de los primeros causará insatisfacción. La presencia de factores motivadores, en cambio, propicia la motivación intrínseca y el compromiso de los empleados con sus tareas. Es un excelente punto de partida para conformar un ambiente laboral más satisfactorio y productivo.
Teoría de la Motivación Intrínseca y Extrínseca
El psicólogo estadounidense David McClelland es famoso por sus investigaciones sobre la motivación en el entorno empresarial. Su conocida concepción del impulso hacia el logro sostiene que algunas personas tienen una fuerte necesidad de establecer y alcanzar metas desafiantes.
Estas personas se encuentran motivadas por el logro personal y se sienten satisfechas al superar obstáculos y alcanzar resultados positivos.
A su vez, McClelland también reforzó las teorías de la motivación extrínseca e intrínseca, en especial porque identificó nuevas motivaciones de carácter intrínseco, como:
- Motivación de poder. Necesidad de ejercer influencia y control sobre los demás.
- Motivación de afiliación. Búsqueda de relaciones interpersonales positivas y de conexión con los demás.
Un aspecto llamativo es que estas motivaciones intrínsecas pueden ser aprovechadas por las empresas para relanzar la productividad y el compromiso de los empleados. Así, asignar tareas desafiantes a quienes presentan un alto impulso hacia el logro suele estimular su rendimiento y promueve su desarrollo profesional. Además, fomentar la colaboración y el trabajo en equipo posibilita cubrir la necesidad de afiliación de algunos empleados.
Comprender y aprovechar estas motivaciones intrínsecas provee a las empresas de una base útil para construir un entorno laboral más motivador y satisfactorio para sus empleados.
Teoría de la Autoeficacia de Bandura
Este enfoque psicológico explora cómo las creencias de una persona sobre su propia capacidad afectan a su motivación y desempeño. Así, cuando alguien tiene una alta autoeficacia —o sea, confía en su capacidad para alcanzar metas y superar desafíos—, tiende a estar más motivado y a perseverar hacia el éxito.
Por el contrario, quienes presentan una baja autoeficacia suelen experimentar falta de ánimo motivacional y desaliento ante los obstáculos. Por tanto, es una de las teorías de la motivación que anima a fortalecer la confianza en uno mismo para aumentarla.
Teoría de la Expectativa de Vroom
Víctor Vroom es otro nombre propio significativo en este campo. Con su teoría de la expectativa pretende comprender la motivación en diferentes ámbitos: laboral, académico y personal.
Su planteamiento se sustenta en la idea de que las personas toman decisiones motivadas por sus expectativas sobre los resultados que esperan alcanzar.
Tras analizar la realidad, concluyó que la motivación se ve condicionada por tres factores clave:
- La expectativa de que el esfuerzo realizado reportará un rendimiento satisfactorio.
- La creencia de que dicho rendimiento será recompensado.
- El valor que se asigna a dichas recompensas.
En definitiva, nos ayuda a comprender cómo las expectativas y las recompensas inciden en el plano motivacional.
Aplicaciones de las teorías de motivación en el ámbito empresarial
Cuando dominas y sabes aplicar las teorías de la motivación en la empresa, consigues un resultado muy valioso: mantener a los empleados comprometidos y productivos. En otras palabras, estableces una bases firmes y solventes para promover la eficacia y el rendimiento individual, colectivo y corporativo.
En la práctica, exige identificar las necesidades individuales de los trabajadores, proporcionarles incentivos adecuados y materializar un entorno laboral favorable. Al comprender y manejar estos principios teóricos, contribuyes a fomentar una cultura de trabajo positiva con cuotas más elevadas de rendimiento y satisfacción.
Si quieres aprender más sobre las teorías de la motivación y cómo emplearlas en el ámbito empresarial, aprovecha nuestros programas online para estudiar a distancia.