Departamento de salud: definición y funciones.
El departamento de salud es clave en el mantenimiento del bienestar de la población. Su gestión puede resultar muy complicada, debido que se mueve entre las demandas de los usuarios y la necesidad por parte del departamento de satisfacerlas haciendo un uso racional de los recursos.
Tradicionalmente asociamos el departamento de salud a entidades públicas o instituciones internacionales. Sin embargo, grandes empresas también pueden tener un departamento de salud, especialmente dedicado a la salud del trabajador.
Por su importancia, en este artículo nos centraremos en los departamentos de salud públicos, que son los más conocidos y los que más impacto tienen a nivel social.
¿Qué es un departamento de salud?
El departamento de salud es una estructura organizativa dentro de las instituciones, ya sean públicas o privadas, encargada de asuntos relacionados con la salud de la población bajo su cuidado.
Objetivos del departamento de salud
Entre los objetivos más destacados están:
- Mejorar y proteger la salud de la población, en especial de aquellos que tienen algún tipo de vulnerabilidad, como las personas con enfermedades crónicas.
- Proveer de forma eficiente mejores servicios de salud.
- Hacer que los servicios de salud respondan a las necesidades cambiantes de la población.
- Mejorar la capacidad y calidad del sistema de salud, especialmente mediante la innovación tecnológica.
- Hacer el mejor uso de los recursos económicos asignados al departamento de salud.
Es importante tener en cuenta que, para la consecución de sus objetivos, el departamento tiene que desarrollar una labor de cooperación constante con otras instituciones.
En la salud de la población intervienen multitud de variables que escapan a las competencias directas del departamento, por ejemplo, los factores relacionados con el medio ambiente, de ahí que la cooperación sea una necesidad de primer orden.
Funciones del departamento de salud
Entre las funciones de un departamento de salud están:
- Planificación y organización de los servicios y recursos sanitarios, dígase hospitales, centros de salud, servicios de urgencia, etc.
- Regulación y vigilancia de los asuntos relacionado con la higiene y seguridad alimentaria.
- Promoción de la salud y prevención de enfermedades.
- Vigilancia epidemiológica, no solo referida al manejo de datos sobre incidencia y prevalencia, si también al uso de esa información en función de otros objetivos aquí mencionados, como la prevención de enfermedades.
- Regulación y organización farmacéutica
- Impulso a la innovación dentro del sistema sanitario.
- Atención a las situaciones de drogodependencia.
- Gestión del presupuesto asignado al departamento.
Aunque estas son algunas de las funciones más conocidas del departamento de salud, no son las únicas. Dependiendo del sistema sanitario en el que está inscrito, esas funciones pueden variar.
Organización del departamento de salud
Si anteriormente hacíamos referencia a que las funciones de un departamento de salud podían variar, en el caso de la estructura organizativa esa variabilidad es aún mayor.
Hay que tomar en consideración que la estructura que adopta una organización dependerá en gran medida de las funciones que competen al departamento. Generalmente este cuenta con:
- Un Director o Consejero General de Salud
- Un subdirector general
- Subdirectores de los distintos departamentos, por ejemplo, del departamento de economía, farmacia, de ordenación jurídica o innovación.
Dependiendo del nivel dentro de la organización, los distintos departamentos de salud estarán regulados a su vez por otras estructuras, que puede ser un departamento de salud de actuación a nivel nacional, o este último puede estar regulado por un consejo de ministros.