Trastornos alimenticios tipos y características esenciales
Los trastornos alimenticios son afecciones de salud mental que dan lugar a conductas insanas con respecto a la alimentación. Aunque en muchos casos implican comer menos de lo que es necesario, hay supuestos en los que lo que hace el paciente es comer de más.
Se desconoce cuál es la causa que hace surgir este problema de salud, pero se cree que es una combinación entre factores genéticos, conductuales, sociales y psicológicos. Esto quiere decir que cualquier persona podría desarrollar patologías como la anorexia o la bulimia.
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Las personas que padecen un trastorno alimenticio se caracterizan por tener hábitos de alimentación irregulares y una preocupación excesiva hacia la forma y el peso corporal, lo que termina por provocar daños en su salud física y en el funcionamiento psicosocial.
Se ha estimado que entre el 0.9% y el 2.0% de las mujeres y el 0.1 y 0.3% de los hombres van a desarrollar anorexia en algún momento de sus vidas. Con relación a la bulimia, esas cifras pueden ser de entre 1.1% a 6% en las mujeres afectadas, y de entre 0.1% y 0.5% en los hombres. Datos que apuntan a millones de personas que ponen en riesgo su salud y en muchos casos, su vida.
Trastornos alimenticios tipos fundamentales
Anorexia y bulimia son quizás los tipos de trastornos alimenticios más conocidos, pero no los únicos.
El problema se hace mucho mayor cuando se analiza el impacto de todos los trastornos alimentarios y de la ingestión de alimentos que recoge el Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales en su quinta versión (DSM-V). Estos son:
Pica
Consiste en al apetito y consumo de sustancias sin valor nutritivo, como papel, tierra o pintura. Es más común en la infancia, especialmente en las personas con discapacidad intelectual, y puede ocasionar intoxicaciones debido al consumo de sustancias tóxicas. Así como lesiones en el sistema gastrointestinal ocasionadas por la presencia de objetos punzantes o cortantes.
Trastorno por rumiación
Consiste en la regurgitación del alimento. Es decir, la persona con trastorno por rumiación vuelve a traer a la boca alimentos anteriormente ingeridos, masticándolos y, dependiendo del caso, volviéndolos a tragar o arrojándolos fuera. Es más común en la infancia y puede traer como consecuencia déficits nutritivos, bajo peso y caída de los dientes, entre otras alteraciones
Trastorno de Evitación/Restricción de la ingestión de alimentos
Es un trastorno de la alimentación que se manifiesta por la negación y evitación de ingerir alimentos, en ocasiones debido a características como el color, el olor, la textura y hasta la procedencia. Como consecuencia, la persona afectada tiene déficits nutricionales que en algunos casos pueden poner en riesgo su vida. El trastorno de evitación/restricción de la ingestión de alimentos es también más común en la infancia, aunque puede surgir y persistir en la adultez.
Anorexia Nerviosa
Trastorno que se caracteriza por la pérdida significativa de peso teniendo en cuenta lo considerado mínimamente normal, un miedo intenso a ganar peso o llegar a la obesidad y, en algunos casos, alteraciones en la percepción objetiva del cuerpo. Es más común en las mujeres y su pico de incidencia y prevalencia se da en la adolescencia y primera juventud. Las consecuencias de la anorexia pueden ser mortales si el trastorno no es tratado adecuadamente
Bulimia nerviosa
Las personas con este trastorno ingieren grandes cantidades de comida en poco tiempo, algo que se conoce como atracón, teniendo la sensación de que no pueden controlarlo. Como consecuencia, desarrollan conductas compensatorias que buscan minimizar la ganancia de peso, por ejemplo, provocándose el vómito. Al igual que la anorexia, suele desarrollarse en la adolescencia y primera juventud y aumentar significativamente el riesgo de muerte
Trastorno de atracones
En el trastorno de atracones la persona tiene episodios frecuentes de ingesta descontrolada de comida, superior a lo que se considera normal para su edad y circunstancias. Durante estos episodios el afectado tiene la sensación de no poder controlarlos. Al contrario de la bulimia nerviosa, no se asocia a conductas compensatorias. El trastorno de atracones está asociado a más riesgo de enfermedades cardiovasculares y otros trastornos asociados a la obesidad
Trastornos alimentarios no especificados (TANE)
Reconocer un trastorno alimenticio no es sencillo. El TANE existe cuando se dan algunas de las características propias de algún trastorno alimentario pero no todas ellas. Por ejemplo, alguien que reúne las condiciones propias de quien tiene bulimia pero que lleva a cabo atracones de comida con poca frecuencia. O si una persona cumple las condiciones propias de la anorexia pero está en un peso que es normal para su edad, altura y sexo.
En estos casos la persona suele mantenerse en su peso normal o apenas un poco por debajo de él. En el caso de las mujeres no desaparece la menstruación. A pesar de ello, sigue habiendo un malestar psicológico en la persona con respecto a su cuerpo y su relación con la comida: baja autoestima, una preocupación excesiva por el peso o aparición del sentimiento de culpabilidad tras comer.
El diagnóstico y tratamiento de los trastornos alimenticios es fundamental para que el enfermo pueda recuperar su salud y su calidad de vida lo antes posible. El tratamiento suele incluir medicación, asesoramiento médico y nutricional y psicoterapia individual, grupal y familiar. Por eso es esencial que los profesionales que intervienen en este tipo de terapias estén cada vez mejor formados, como es posible hacer a través de nuestro Máster Universitario en Ciencias Avanzadas de la Nutrición Humana.
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